El asilo de Julian Assange se puso en escena, tras meses de ensayos en Londres y Quito

Un mes antes del ingreso formal de Assange a la embajada de Ecuador en Londres, se creó el fondo específico 1335, para la adquisición de muebles y equipos, por 170 mil dólares. Se empleó para las adecuaciones con miras a la permanencia del futuro huésped (Assange) en el ´hotel´. Con ese dinero, se amplió el baño de mujeres, que se convirtió en una habitación con un sanitario empotrado y una ducha para uso exclusivo, en la parte posterior de la sede. 

Desde fines de 2010, el gobierno de Correa trató de contactar a Julian Assange para que le entregara todos los cables del Departamento de Estado de EE.UU. sobre Ecuador. Ese fue el inicio de la relación con WikiLeaks. Luego concretaron una entrevista con Rafael Correa para el canal ruso RT, leal al Kremlin.   

Fidel Narváez, José María Guijarro y la entonces embajadora Ana Albán coordinaron con Ricardo Patiño los acercamientos con el activista y hacker australiano y su equipo. Semanas antes de la concesión del asilo, se intensificaron los contactos y reuniones en Quito y Londres. 

Por Arturo Torres

Fue como una obra teatral. Todo indica que la entrada “sorpresiva” de Julian Assange a la embajada de Ecuador en Londres, el 19 de junio del 2012, fue una simulación política bien planificada.

El guión se armó meses antes en Quito y Londres y tuvo protagonistas, principales y secundarios, que pusieron en escena el melodrama.

Primer acto: El coqueteo. En noviembre de 2010, el viceministro de Relaciones Exteriores, Kintto Lucas, ofreció a Assange la residencia en Ecuador si él lo solicitaba, para conocer de primera mano su versión sobre la difusión de los 250.000 cables filtrados por WikiLeaks del Departamento de Estado.

Pero el presidente Rafael Correa desautorizó a su vicecanciller y criticó a Assange: “Cometió un error al romper las leyes de Estados Unidos y filtrar esa información. Si más tarde se permite que esto suceda sin ninguna sanción, pueden salir cuestiones muy graves para la seguridad del Estado”.

En Ecuador, los diarios El Comercio y El Universo habían empezado a publicar los cables más relevantes, luego de llegar a un acuerdo con WikiLeaks, que les estregó la información.

Después de la divulgación, el canciller Ricardo Patiño, empezó a buscar a toda costa, con sus colaboradores más cercanos, esa información directamente de WikiLeaks.

Julian Assange tenía orden de prisión desde 2010, por pedido de la justicia Sueca. Las autoridades inglesas ordenaron su arresto domiciliario, que cumplía en una propiedad en Norfolk, en las afueras de Londres. Foto tomada del documental Risk.

Correa, mientras tanto, mantenía una guerra sin cuartel contra los medios. Atacó a los dos diarios acusándolos de sesgar los cables, para perjudicar a su administración. Especialmente salió de casillas, luego de la publicación de un cable que denunciaba que el mandatario había nombrado comandante de la Policía a un oficial acusado de corrupción. Expulsó a la embajadora de EE.UU., Heather Hodges, al jefe de la CIA y al Grupo Militar. Eso marcó un rompimiento de facto de las relaciones y acabó con distintos acuerdos de cooperación en áreas de seguridad e Inteligencia, que solo empezaron a retomarse tras su salida del poder, en 2017.

Intereses de Assange y Correa confluyen

Segundo acto: Unidos contra un enemigo común. Los intereses de Correa y Assange empezaron a confluir, frente al mismo antagonista: EE.UU., que había declarado al australiano un hacker peligroso, una amenaza para su seguridad, por divulgar información secreta.

En ese contexto, Correa estrechó alianzas con China, Rusia e Irán, que se acercaron a los países de la órbita bolivariana, como parte de una lucha geopolítica global, para minar la hegemonía estadounidense y de sus aliados.

Casa adentro, sobre la marcha, Patiño armó un equipo de confianza para hacerse cargo del primer contacto con Assange. Lo integraron su asesor José María Guijarro, Chema o Txema, y el cónsul en Gran Bretaña, Fidel Narváez, con el apoyo de la embajadora en Londres, Ana Albán.

Tercer acto: El desembarco español. Chema había llegado al Ecuador con otros españoles de la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), que tuvo convenios y asesorías con el gobierno de Correa, en temas políticos y de comunicación, entre 2007 y 2014.

También eran parte de esa Fundación Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Juan Monedero. Con los años ellos formaron el partido Podemos, que hoy cogobierna en España. De hecho, Iglesias es vicepresidente y Chema diputado.

Simultáneamente, por esos años los españoles habían trabajado para los gobiernos de Hugo Chávez y Evo Morales, y los asesoraron en los procesos constituyentes, al igual que en Ecuador.

Los españoles, que provenían de una vertiente política de izquierda radical y comunista, fueron una especie de puente entre los mandatarios de los países que agitaban la bandera del Socialismo del Siglo XXI y el bolivarianismo.

David Morales, dueño de UC GLOBAL, fue subcontratado por Carlos de Miguel (Der.), de Blue Cell, para dar seguridad a la embajada, un mes después del ingreso de Assange. La foto fue tomada días después en una reunión del personal de la sede diplomática en Londres.

La misión de llegar a Assange fue encomendada a Fidel Narváez, quien trabajaba en el consulado en Londres desde 2010. “Entré en contacto con Assange el primer trimestre de 2011. Accedió a publicar todos los cables de Ecuador en la plataforma de WikiLeaks. Ese fue el inicio de la relación del gobierno con él”, contó Narváez, entrevistado por este portal.

El hacker y activista australiano enfrentaba una investigación de la justicia sueca, por dos denuncias de acoso sexual. Cumplía un arresto domiciliario -ordenado por este caso- en las afueras de Londres, y desde entonces temía que los suecos querían entregarlo a EE.UU.

Assange se había encumbrado vertiginosamente desde el 2006 como una figura mundial, por revelar secretos sobre abusos contra los derechos humanos, corrupción en varios países, crímenes de soldados estadounidenses, que dispararon contra civiles en Irak y Afganistán.

Fidel Narváez y José María Guijarro (Der.) fueron personajes claves para la concesión del asilo a Julian Assange. Ambos coordinaron con el entonces canciller Ricardo Patiño y la embajadora Ana Albán, meses antes de su llegada a la sede. Narváez conectó a Assange con Rafael Correa.

Emergía como un símbolo de la lucha antiimperialista desde su plataforma de Wikileaks. Encajaba plenamente con los postulados del bloque liderado por Chávez, mientras Correa buscaba su propio protagonismo.

El 2012 los acercamientos y contactos del equipo de Assange y funcionarios del gobierno ecuatoriano se aceleraron; sobre todo después de que en febrero un tribunal inglés aceptara el pedido de extradición de Suecia.

Integrantes de WikiLeaks, en Ecuador

Los siguientes días, integrantes de WikiLeaks llegaron desde Londres a Quito y se reunieron en forma reservada en la Cancillería, entre otros, con Chema, quien trabajaba en la Unidad de Análisis Político: ese habría sido el primer paso de la operación asilo, según un funcionario que estuvo al tanto de las reuniones, y pidió el anonimato.

El 25 de marzo arribó a Quito Narváez en el vuelo 743 de Lan Chile, desde Londres, según su registro migratorio. En la Cancillería reportó las novedades y se reunió con el canciller Patiño y Chema. Uno de los temas tratados era la invitación para que Assange residiera en Ecuador, comentó una fuente cercana a WikiLeaks.

Narváez también participó en un taller de evaluación para cónsules en el Ministerio de Relaciones Exteriores y coordinó con la Secom y la Presidencia una entrevista entre Assange y Correa, en el canal Russia Today.

Un alto funcionario cercano esos años a Correa dijo, no obstante, que en la Presidencia no se hablaba del tema, que se mantuvo encapsulado en la Cancillería.

El cónsul regresó a Inglaterra el 13 de abril, en un avión de Iberia (vuelo 464), con disposiciones expresas para afinar los últimos detalles del diálogo, como parte de la estrategia definida.

Registros migratorios de Narváez, Guijarro y su pareja, la española Soledad Santander

“Tuvimos algunos encuentros para organizar la entrevista, le visité en Norfolk. Assange tenía una productora británica que vendía el programa en inglés al canal (financiado por el Kremlin)”, explicó Narváez, quien desde esa época se ganó la confianza del australiano de 47 años.

La premonitoria entrevista en el canal ruso RT

La entrevista por Internet se grabó el 17 de abril. Al revisarla detenidamente se entiende con claridad que era parte de un guión propagandístico, que buscaba posicionar a ambos como adalides de la lucha contra el imperialismo estadounidense, los emporios mediáticos, y las grandes corporaciones.

El 17 de abril del 2012, Assange entrevistó a Correa para un programa del canal ruso RT, donde hoy trabaja también el expresidente. El Kremlin financia ese medio, considerado de propaganda. Foto tomada del video en You Tube. 

Cuarto acto: El as de espadas. A los pocos días de grabar el programa, Correa mostró sus cartas, que señalarían la ruta hacia la entrega definitiva del asilo. En su acostumbrada sabatina dijo que el fundador de WikiLeaks había puesto en “jaque” a Washington y por eso «ha sido perseguido, calumniado, linchado mediáticamente».

Entre tanto, Albán regresó a Londres con instrucciones claras sobre Assange. Hemos buscado varias veces su versión, pero ha preferido no pronunciarse.

Un mes después, el 21 de mayo, la entrevista con el entonces mandatario salió al aire como parte de un nuevo programa llamado ´El mundo del mañana’. En ese diálogo, que transcurrió en un tono muy cordial, Correa dijo combatir a los monopolios mediáticos y a políticos disfrazados de periodistas que buscan “desestabilizar” a su gobierno. Assange solo asentía, concordaba con él en su posición  sobre los medios y la supuesta autocensura de los cables diplomáticos. Correa le dio la bienvenida al “club de los perseguidos”. Ambos sonreían.

A partir de entonces Assange cambió radicalmente de estrategia: difundió las filtraciones que llegaban a WikiLeaks de fuentes anónimas por su cuenta, sin colaborar con los medios que en una primera etapa fueron sus aliados, y luego tomaron distancia.

La extradición a Suecia aceleró el plan

Con el paso de los días, el temor a ser extraditado se volvió la principal preocupación del hacker, que el 30 de mayo de 2012 vivió un día tormentoso.

El Tribunal Supremo inglés confirmó la extradición de Assange, quien, según fuentes cercanas a Wkileaks, quiso adelantar su incursión y permanencia en la embajada de Ecuador en Londres. No obstante, se frenó a último momento al conocer que sus abogados habían ganado 14 días de postergación de su entrega a Suecia y la posibilidad de presentar un último recurso judicial. Solo habría ingresado por breves momentos a la sede y luego se retiró.

Los empleados diplomáticos y de servicios habrían sido conminados por disposición de Cancillería a tareas fuera de la embajada, según memo interno 19-12, hasta el día siguiente.

La embajadora Ana Albán recibió a Assange, el 19 de junio. Las primeras semanas hacía que su asistente preparara la alimentación para ambos, por temor a que lo envenenaran. Foto Cancillería.

Empiezan las remodelaciones, un mes antes del asilo

Quinto acto: Las adecuaciones del Hotel. Siguiendo lo planificado, el 21 de mayo -un mes antes del ingreso formal de Assange a la sede- la embajadora Albán creó el fondo específico 1335, para la adquisición de muebles y equipos, por 170 mil dólares. Según un informe de la Coordinación Administrativa de Cancillería, el fondo era para realizar adecuaciones para la permanencia del futuro huésped (Assange) en el hotel. Con ese dinero se amplió el baño de mujeres, que se convirtió en una habitación con un baño empotrado y una ducha para uso exclusivo. Al baño de hombres se le instaló una ducha y se volvió sanitario de mujeres, que en el futuro sería compartido con Assange. Esa remodelación costó 23.602 dólares, según un informe de la Contraloría.

.
Estos documentos registran gastos de las adecuaciones, antes y después de la entrada de Assange


Entre el 31 de mayo y el 11 de junio también se adquirieron equipos de comunicación, dos computadores y una silla giratoria, que costaron 7 mil dólares, lo cual se detalla en la liquidación del Fondo en Finanzas. Se instalaron cámaras, micrófonos, cableados nuevos y las computadoras. Ese año la embajada gastó 465 mil dólares para el mantenimiento de Assange, el costo más alto de los siete años que duró el asilo.

Con el mobiliario y las primeras adecuaciones listas, seis días antes de la llegada del pirata informático, el 13 de junio arribó a Londres, en el vuelo 755 de KLM, Chema Guijarro.  Inmediatamente mantuvo encuentros con Albán y Narváez, que esperaban el ingreso del australiano en cualquier momento.

Su entrada finalmente ocurrió el 19 de junio. Llegó en una moto, con el cabello teñido de rojo, llevaba una chaqueta negra de cuero y gafas oscuras. Los preparativos y su transformación para no ser identificado fueron grabados por un camarógrafo, que estaba junto a la realizadora Laura Poitras, que luego difundió su documental RISK.

Al día siguiente, una vez que el Huésped ya estaba instalado en el Hotel, Chema Guijarro dejó Londres y regresó a Quito, en el vuelo 743 de Lan Chile. A su retorno informó los pormenores de lo ocurrido a Patiño.

En la embajada lo relevó su pareja, la también española Soledad Santander, que llegó desde Quito a Londres en un avión de KLM ese mismo día, 20 de junio. Se integró al personal diplomático como segunda secretaría. También fue contratada Priscila Kohn, que vivía en la capital británica y era muy cercana a Assange y a WikiLeaks, en la línea de Narváez, según un informe enviado a la Senain.  

Pedimos las versiones de Guijarro, Patiño y Correa, pero no obtuvimos respuesta. Tampoco contestaron los abogados de Assange.

Caos y desenfreno en la embajada

Tras el ingreso de Assange, el 19 de junio de 2012, medios de todo el mundo pusieron su atención en su caso, único en la historia diplomática. Foto Cancillería. 

Sexto acto: La embajada de cabeza. La llegada de Assange estaba prevista y autorizada de antemano. Ingresó  directamente sin ningún impedimento del conserje del edificio donde está la embajada, que como regla solo permitía la entrada de visitantes con la autorización previa de la embajadora o su representante, lo cual constaté personalmente en una visita en el 2015, cuando entrevisté por primera vez a Narváez, en la sala de reuniones de la sede.

De un momento a otro, la embajada se volvió un caos. Decenas de personas entraban y salían de la sede, periodistas y fotógrafos de medios de todo el mundo esperaban ansiosos en las afueras la declaración de Assange. Un equipo de 40 policías armados de Scotland Yard cercó la sede, colocó vallas y restringió la circulación, con camiones y patrulleros.

“Esos días fueron muy intensos e inusuales para todos. Entre el personal se dislocaron todas las rutinas, me quedé encerrado con él  y algunos miembros de su equipo por 40 días. Estaba preocupado de que tuviéramos lo esencial, como alimentos y otros implementos”, contó Narváez, que a partir de ese momento no se despegó del huésped, y se volvería “un activista más de WikiLeaks”, según dos embajadores consultados por este medio, aunque él sostuvo que solo realizaba las tareas que le encomendó la embajadora y Cancillería.

En ese período, el principal temor era la incursión de policías para capturar a Assange por la fuerza, ya que había violado su arresto y el asilo no era reconocido por su legislación.

Tras el ingreso, la embajada se volvió un caos. Assange, su equipo y visitantes causaron incidentes de todo tipo. No acataban las reglas de la embajadora, desbordada por la situación. El activista se candidatizó a la diputación en su país, Australia, pero perdió. Foto difundida por WikiLeaks a los medios.

Una alta fuente diplomática que estuvo al frente del proceso dijo que parte de la estrategia era concederle el asilo y luego pedir que el gobierno inglés le diera un salvoconducto para ir a Ecuador. La permanencia indefinida nunca estuvo en los planes de las autoridades ecuatorianas, que insistieron en vano durante años por la entrega del salvoconducto.

La convivencia en la sede se volvió insoportable, especialmente para el personal ecuatoriano. Los primeros problemas y fricciones ocurrieron por la gran cantidad de visitantes que llegaban.

Tratando de calmar las aguas, Albán hizo un primer intento por establecer reglas. Redactó un protocolo y lo entregó a Assange, quien lo pasó por una trituradora de documentos, alegando que no acataría ninguna norma y solo respondía a Correa y Patiño. El 16 de agosto, el Canciller anunció jubiloso que Ecuador le otorgaba el asilo al creador de WikiLeaks, “ante las inminentes represalias que pondrían en riesgo su integridad y su vida, en medio de la solicitud de extradición a Suecia”.

La víspera, en la embajada se temía una incursión violenta de la policía británica, lo cual habría acelerado la decisión.

“No teníamos horarios, dormíamos muy poco, en el piso, con colchones inflables y fundas de dormir”, recordó Narváez. “Estábamos solos. Aún no había una empresa de seguridad resguardando la embajada. Esos días fueron muy duros, de gran zozobra”.

En la última estapa de su permanencia en la sede, Assange recibió el regalo de su mascota, un pequeño gato, que también complicó las labores del personal de aseo. Fue un obsequio de una exembajadora de Argentina. Foto archivos de la embajada.

Después de un mes, la Senain contrató a la empresa ecuatoriana Blue Cell para dar seguridad y proteger a Assange, sus colaboradores y al personal diplomático. El propietario de la empresa era Carlos de Miguel, nacionalizado estadounidense que había tenido contratos con la Secretaría de Inteligencia por su contacto con Pablo Romero, quien recientemente fue extraditado a Ecuador. De Miguel subcontrató a David Morales y a su compañía UC Global, que asumió las tareas de seguridad.

“Inicialmente cuando me contacta, Carlos me comenta que se trataba de un asesoramiento y un estudio para que tomen una decisión. Es cuando llego a la embajada, me presentan a los personajes y veo el panorama, todo estaba de cabeza, fuera de control; realizamos un estudio y propusimos las primeras medidas de contención y control”, contó Morales, quien libra una serie de batallas legales, tras la salida de su empresa de la sede,  en 2018.

Si bien el asilo a Assange puso inicialmente a Ecuador y al gobierno de Correa en la mira mundial, despertando admiración de grupos y activistas afines a WikiLeaks, con los años su imagen se fue deteriorando y agrietó la relación con EE.UU., Gran Bretaña y España.

El círculo para Assange se cierra. Enfrenta un proceso de extradición a EE.UU., que trató de evitar a toda costa esta última década, mientras permaneció cautivo en Londres. Hoy ve más de cerca el rostro de la criatura que despertó en 2010.

El hacker Müller, cercano a Assange, se reunió en Quito con Ola Bini y capacitó a informáticos ecuatorianos

Andy Müller, considerado el brazo derecho de Julian Assange en WikiLeaks, estuvo en Quito en abril pasado. Mantuvo reuniones con el sueco Ola Bini, procesado por un supuesto acceso no consentido a sistemas informáticos del gobierno. También impartió capacitación a informáticos ecuatorianos. La visita del alemán ocurrió dos semanas antes de que Assange fuera expulsado de la embajada en Londres y de que Bini fuera detenido, con pocas horas de diferencia, en la capital ecuatoriana.  

Por Arturo Torres

Los servicios de inteligencia de Ecuador y Estados Unidos siguen la pista de las posibles conexiones entre el alemán Andrew Müller-Maguhn, Julian Assange y el sueco Ola Bini. Assange está acusado de hackear y divulgar información sensible y clasificada de Estados Unidos, con la colaboración de Müller.

Un indicio de esa relación fueron las reuniones que Bini mantuvo en Quito con Müller, a inicios de abril de 2019, una semana antes de que el gobierno ecuatoriano le retirara el asilo a Julian Assange, y de que capturara al sueco en Quito.

Dos altas autoridades del Gobierno y la Justicia ecuatoriana consultadas creen que los encuentros no fueron casuales, sino parte de una estrategia que se ha ido develando sobre el posible ataque a sistemas informáticos de Ecuador y otros países, que se afianzó en el régimen anterior de Rafael Correa.

La defensa de Bini dijo que las reuniones fueron parte de una capacitación que impartió Müller a integrantes del Centro de Autonomía Digital (CAD); uno de sus integrantes también corroboró que dictó un taller de programación.

Desde fines de diciembre del 2017, el personal de seguridad de la embajada de Ecuador en Londres puso énfasis en documentar las reuniones de Assange con Bini y Müller por pedido del gobierno, según consta en un correo al que tuvimos acceso.

Una fuente del gobierno de EE.UU., cercana a la investigación, dijo que hay indicios de que Bini habría colaborado con WikiLeaks, al igual que el alemán Müller.

MIENTRAS ESTUVO EN LA EMBAJADA, ASSANGE FUE VISITADO POR MULLER Y BINI, POR SEPARADO, DESDE 2013  

Bini ha negado ser hacker, asegurando que es un informático defensor de derechos digitales, especializado en desarrollar software libre para la protección de información privada, y ha admitido que es amigo cercano de Assange, pero no integrante de WikiLeaks.

Varios organismos de derechos humanos cuestionan el proceso contra Bini, por supuestas violaciones al debido proceso, incluidas las relatorías de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos para la libertad de expresión. Ambas señalan arbitrariedades procesales contra el activista del software libre.

Bini enfrenta un juicio penal por un supuesto acceso no consentido a sistemas informáticos de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones. Su audiencia preparatoria de juicio estaba prevista para este jueves, pero se pospuso para el 17 de marzo.

En abril de 2019, la policía británica arrestó a Assange, luego de que el Gobierno ecuatoriano le revocara el asilo. El fundador de WikiLeaks cumple actualmente una pena de un año de prisión en Londres por violar las condiciones de su fianza en el Reino Unido, y desde el lunes 25 de febrero enfrenta un proceso de extradición a EE.UU. que lo acusa de atentar contra su seguridad, al revelar informes secretos del Pentágono.

Müller y Bini visitaron a Assange en la embajada, al menos 15 veces los últimos años, separadamente, y mantuvieron reuniones que fueron grabadas por las cámaras de seguridad.

Video de Müller en una visita a Assange en Londres

El sueco visitó a Assange la última vez el 31 de enero de 2019. Müller estuvo con el australiano el 21 de febrero, según los registros de ingreso a la sede diplomática en poder de la Fiscalía.

Müller es considerado por EE.UU. un personaje clave en la interferencia de WikiLeaks en las elecciones presidenciales del 2016. Según la investigación del Fiscal especial Robert Muller, los miles de correos divulgados del Partido Demócrata fueron transferidos personalmente a Assange en la embajada por varios de sus socios: el principal sería el pirata informático Müller-Maguhn, que “pudo haber asistido con la transferencia de esos documentos robados a WikiLeaks”.

Assange y Müller-Maguhn se conocen desde hace muchos años. En 2012, el australiano  lo entrevistó para la cadena rusa oficialista RT, para discutir el futuro de Internet y de la privacidad digital. El alemán también está involucrado con grupos de tecnología masiva y formó parte de la junta directiva de Icann, la organización internacional que rige los dominios de Internet. En declaraciones a The Washington Post negó haber accedido a la información hackeada.

Las reuniones de Bini y Müller en Quito

Müller llegó el 29 de marzo a Quito, procedente de Berlin. Impartió un taller a informáticos del CAD.

Este portal accedió imágenes recabadas de diversas fuentes donde se aprecia al alemán Müller durante su permanencia en Quito, entre el 31 de marzo y el 6 de abril del año pasado.

En las fotografías se lo ve junto a Bini y a integrantes del Centro de Autonomía Digital (CAD), en las calles del centro norte de Quito, ingresando a restaurantes y otros locales.

Según el registro de Migración, el alemán Müller, a quien se consideraba el principal contacto de Assange con el mundo exterior mientras estuvo en la embajada, llegó a Quito el domingo 31 de marzo a las 20:45, en un vuelo de Copa, procedente de Berlín.

Luego se trasladó al Swissotel, donde estuvo alojado durante toda la semana.

Fuentes del CAD, que pidieron el anonimato, confirmaron que mientras estuvo en Quito, Müller dio una capacitación a todos sus integrantes, puesto que estaban empezando algunos proyectos y necesitaban apuntalar la planificación para el trabajo de distintas áreas.

Ola Bini y Müller acudieron a un bar, en el sector del Itchimbía, en el centro de Quito, en abril del 2019.

“Cuando Andy vino inició una semana de planificación de trabajo desde el 1 de abril”, comentó una integrante del CAD.

El CAD es una organización sin fines de lucro con sede en Quito, según consta en su página web. Su objetivo es investigar y programar herramientas técnicas para mejorar la seguridad digital. En 2018 uno de sus fundadores fue Ola Bini.

Entre sus integrantes consta una persona que a la vez fue representante legal de la empresa desarrolladora ToughtWorks-Ecuador, que abrió como subsidiaria de la sede en Chicago, donde antes trabajaba Bini.

El sueco llegó al país ese mismo año con una visa de trabajo junto a su esposa para impulsar la subsidiaria y dar capacitación.

Muller y Bini iban todos los días al CAD, en el centro norte de Quito. 0 integrantes del CAD, realizaron un paseo turístico por el Centro Histórico y visitaron las plazas de San Francisco y Santo Domingo. En la noche, Müller y Bini, que son buenos amigos y tienen las mismas afinidades profesionales, estuvieron en un restaurante, en el sector céntrico, en el Itchimbía.

Una semana de capacitación 

Las reuniones en el CAD se realizaban en la mañana y en la tarde. Müller acudía todos los días, antes de las 9, caminando con una maleta de mano oscura, desde el hotel, que se encuentra a poca distancia del centro.

El martes 2 de abril, Müller y Bini, quienes vestían de negro, junto a unos 2

El resto de la semana las reuniones en el CAD siguieron, hasta el viernes. “Todo el equipo estuvo en el taller, trabajamos en esto para profundizar en la filosofía y metas de la organización, evaluando experiencias anteriores del CAD en Brasil”, según una de las integrantes de la entidad.

Al finalizar el encuentro presentaron resultados de equipos de trabajo y definieron los proyectos e infraestructura que iban a manejar los siguientes meses.

Carlos Soria, abogado de Ola Bini, coincidió al ser consultado en su momento en que Müller estuvo en Quito para un taller de capacitación junto a Bini. “Müller es parte del equipo del CAD y maneja la infraestructura tecnológica en Alemania; imagino que su visita al Ecuador estuvo relacionada con su trabajo”, dijo Soria.

Pasaporte, ficha personal, y registro de Migración del alemán

Müller regresó a Alemania el sábado 6 de abril. Cinco días después Assange y Bini fueron detenidos, en Londres y Quito, con varias horas de diferencia.

Las agencias de Inteligencia de Ecuador y EE.UU.creen que en Quito Bini realizaba un trabajo clave para WikiLeaks, a través de otras empresas desarrolladoras de software y sus contactos con el Gobierno. Sus abogados niegan esa posibilidad y han denunciado que es parte de una estrategia de persecución, orquestada por el gobierno ecuatoriano.

Bini estuvo en Venezuela, semanas antes de su detención

Semanas antes de ser detenido en Quito, el programador sueco asistió al Congreso Internacional de los Pueblos, realizado en Venezuela, con el auspicio del gobierno de Nicolás Maduro.

Ola Bini estuvo en Venezuela en dos ocasiones, la última en febrero del 2019: acudió a un encuentro organizado por el gobierno.

Entre los asistentes destaca en una fotografía la figura de Bini, vistiendo totalmente de negro, con sombrero. En otra imagen se lo ve de pie aplaudiendo las intervenciones de autoridades venezolanas.

Su presencia allí respondió a la celebración de la Asamblea Internacional, realizada en Caracas del 24 al 27 de febrero de 2019. Fuentes cercanas dijeron que fue invitado por los organizadores y acudió para demostrar solidaridad hacia el gobierno de Venezuela.

Según registros migratorios, Bini hizo más de 70 viajes entre finales del 2013 y principios de 2019. La mayoría tenían como destino países como Brasil y Chile. También viajó a Suecia, su país natal; Holanda y España. Solo a Europa se registran 28 viajes hasta abril del 2018.

Defensa de Bini anuncia acciones legales contra jueza Proaño

La audiencia preparatoria de juicio contra Ola Bini, que estaba fijada para mañana, se pospuso una vez más: se realizará el 17 de marzo, por pedido del fiscal del caso Fabián Chávez, quien dijo que no podría acudir porque es parte del equipo de la fiscal Diana Salazar que interviene en el juicio Sobornos, que entró en etapa decisiva estas últimas semanas.

Redacción Código Vidrio

La defensa del sueco Ola Bini anunció que demandará a la jueza Yadira Proaño, por diferir, una vez más, la audiencia preparatoria de juicio por el supuesto “acceso no consentido a sistemas informáticos” del gobierno ecuatoriano.

La diligencia, que estaba programada para este jueves 5 de marzo, fue pospuesta para el 17 de este mes, por pedido del fiscal del caso Fabián Chávez, quien dijo que no podría acudir porque es parte del equipo de la fiscal Diana Salazar que interviene en el juicio Sobornos, que entró en etapa decisiva estas últimas semanas.

Carlos Soria, abogado de Bini, dijo que esta nueva postergación violenta los derechos de su defendido a un debido proceso. “Es inexplicable que la jueza acepte el pedido del fiscal, cuando la audiencia de nuestro caso fue decidida el 29 de enero, antes de que se fijará la del juicio Sobornos, el 6 de febrero”.

Precisamente, Amnistía Internacional acaba de emitir un pronunciamiento pidiendo que las autoridades garanticen un juicio justo a Bini. “El gobierno debe abstenerse de acusar públicamente al defensor digital Ola Bini y de intimidar a su defensa, para que el juicio que enfrenta pueda ser verdaderamente justo. Las organizaciones de la sociedad civil seguiremos de cerca el proceso”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

Además se debe garantizar la independencia e imparcialidad del proceso y evitar cualquier injerencia indebida en el mismo, agregó. “En particular, el poder judicial debe verificar que cualquier prueba utilizada contra Bini haya sido obtenida con apego al derecho internacional”.

Para Soria, la postergación no está apegada a derecho, pues afecta la situación de Bini, que tiene limitaciones para su movilidad y manejo de sus cuentas. “Está en total indefensión, secuestrado por el Estado. Sus padres ya han venido en tres ocasiones para intentar acudir a la audiencia”.

Según la ley, la audiencia debía relizarse 15 días después de que concluyó la etapa de instrucción, en agosto pasado, hace seis meses. “La jueza ni sisquiera nos dio la oportunidad de rebatir el pedido del fiscal, por eso consideramos la posibilidad de demandarla,  por no garantizar la tutela efectiva de Ola Bini, con una acción en la Corte Constitucional”.

La sombra de Assange persigue a Bini, que vuelve al banquillo de los acusados

Este jueves se realizará la audiencia preparatoria de juicio contra el sueco Ola Bini, acusado de un supuesto acceso no consentido a sistemas informáticos del Gobierno. La Fiscalía pedirá que el informático sea llamado a juicio formalmente, con base a informes periciales de la policía y la CNT. Su defensa dice que no hay pruebas sólidas y que se trata de una persecución política, por su amistad con Julian Assange, fundador de WkiLeaks.

Redacción Código Vidrio

La jueza penal Yadira Proaño decidirá la suerte judicial del programador sueco Ola Bini, acusado de un supuesto “acceso no consentido a sistemas informáticos” del gobierno ecuatoriano.

La audiencia preparatoria de juicio está fijada para este 5 de marzo, en el juzgado del complejo judicial del norte

El caso contra Bini tiene un cordón umbilical: su relación con el fundador de WikiLeaks Julian Assange, a quien el gobierno ecuatoriano le retiró el asilo el 11 de abril pasado y lo entregó a la policía inglesa.

Ola Bini visitó 15 veces a Julian Assange en la embajada en Londres. Por eso los organismos de inteligencia de Ecuador y EE.UU. creen que es un operador de WikiLeaks, y que vino al país en 2013 con una misión específica.

Assange cumple una condena de 50 semanas de cárcel por evadir su arresto en 2010, y paralelamente enfrenta un proceso de extradición solicitado por Estados Unidos.

Las horas siguientes a la captura del australiano, en 2019, Bini fue detenido en el aeropuerto de Quito, mientras intentaba abordar un avión en el que viajaría a Japón.

La operación -según conoció Código Vidrio- fue coordinada entre autoridades de EE.UU. y Ecuador, que realizaban seguimientos de inteligencia a Bini, por su cercana relación con Assange y WikiLeaks, lo cual ha sido negado por sus abogados.

Los servicios de Inteligencia también investigan las conexiones del sueco, de 37 años, con el alemán Andrew Müller-Maguhn, brazo derecho de Assange, acusado de hackear y divulgar información sensible y clasificada, especialmente durante la campaña presidencial en EE.UU.

Entre junio y octubre de 2016, WikiLeaks publicó miles de correos del Partido Demócrata, filtrados por hackers que trabajan para agencias de Inteligencia de Rusia, según la investigación del fiscal especial Robert Muller.

Bini tiene medidas sustitutivas

Carlos Soria, abogado de Bini, confirmó que la audiencia se realizará este jueves. El informático, acusado de ser hacker por el gobierno, está procesado por el presunto delito de “ataque a la integridad de sistemas informáticos” del gobierno.

Bini estuvo preso en la cárcel de El Inca, en Quito, entre abril y junio de 2019. Salió con un Hábeas Corpus. Tiene medidas sustitutivas. Foto archivo particular.

Estuvo detenido entre abril y el 20 de junio pasado, cuando recuperó su libertad, una vez que la Corte Provincial le concediera el recurso de Hábeas Corpus, estableciendo que su detención fue “ilegal y arbitraria”.

Desde ese día, la Corte le otorgó medidas sustitutivas, por lo cual debe presentarse todos los viernes en la Fiscalía, no puede salir del país y tiene bloqueadas sus cuentas.

Su defensa estima que al otorgársele la libertad a Bini se evidenció que lo actuado en su contra era nulo, pues nunca hubo pruebas del supuesto hackeo en los dispositivos que se le incautaron cuando fue apresado. “Mi defendido está secuestrado por el estado ecuatoriano”, dijo el abogado.

Soria comentó que en la audiencia de juicio probarán de forma contundente que el juicio carece de pruebas y que es una persecución política, por su amistad con Assange.

Desde 2013 a 2019, el programador visitó 15 veces a Assange, mientras estuvo asilado en la embajada de Ecuador en Londres, según reportes de la Cancillería adjuntados al juicio.

Esta es la fotografía que Bini hizo a la página de la CNT, donde aparece un mensaje de advertencia sobre un posible acceso no autorizado a esa información.

Fiscalía ratificará su acusación 

Este portal conoció que el fiscal Fabián Chávez, quien dirige la investigación, pedirá que Bini sea llamado a juicio por acceso no consentido al sistema informático de la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT). Este delito está penado con tres a cinco años de cárcel.

La principal prueba de la Fiscalía contra Bini se basa en informes de la Policía Judicial y de la CNT, que analizaron una fotografía hallada en su celular. La foto encontrada por la Fiscalía evidenciaría que el programador intentó ingresar, sin autorización, en octubre de 2015 a la red de la CNT, que a su vez estaba interconectada con la empresa estatal Petroecuador y la extinta Secretaría Nacional de Inteligencia.

“La red LAN, que consta en la fotografía, es una red local y no pública”, según el informe O&M-REDES IP, 2019-08-016, elaborado por Carlos Medina, responsable de la CNT.  “Al ser una red privada, implicaría que Ola Bini ingresó a la red y una vez que estuvo en la misma intentó infiltrarse al equipo de la CNT, conllevando la intromisión a la red y vulnerando las seguridades establecidas por al empresa pública”.

Luego de ingresar a la red de la empresa desde su computador, Bini fotografió la pantalla con su celular y envió la imagen, a través de WhtasAp, a Marco Arguello. En la foto aparece la dirección IP LAN 181.113.57.169, “que denota un usuario (/home/olabini) y la descripción de prevención de ingreso no autorizado al equipo de la CNT, que daba servicio a Petroecuador-Senain”, indica un informe del perito criminalístico de la Policía, William Castro.

Este video registra la última visita de Bini a Assange, en enero de 2019.
La conversación no se entiende porque Assange encendió un distorsionador. 

Los registros de la red captados en la foto -según ese reporte- indican que es local (privada) y no pública. Bini intentó inflitrarse al equipo de la CNT, vulnerando las seguridades de la empresa pública, según el informe.

A la denuncia en contra de Bini, también se sumó la acusación particular impulsada por la gerente de la CNT, Martha Moncayo, contra Bini y Arguello, por la supuesta vulneración de su sistema. Así busca una “reparación integral por el perjuicio causado”.

Esta es la asistencia penal de EE.UU., que especifica los equipos de Bini que fueron revisados, y la información que contenían.

“La foto no prueba ningún delito”

Sin embargo, la defensa de Bini insiste en que la fotografía no prueba delito alguno. Y para sustentarlo pidió un peritaje autónomo, realizado por Galo Cárdenas, experto en informática.

El informe de la CNT no permite concluir si en el equipo se registró la creación de usuarios, señala el peritaje y añade: “El comando Telnet se lo podía ejecutar desde cualquier parte del mundo, ya que la dirección a la que apunta es una IP publicada al Internet. Sin embargo, la respuesta que el equipo debería dar es una conexión rechazada y no la pantalla que se visualiza en la fotografía”, indica el análisis técnico. “Entonces -agrega- cualquier persona podría ingresar a ese equipo”.

Soria recalca que Bini identificó que el sitio del Gobierno era vulnerable mientras navegaba en Internet, por lo cual envió la foto a Marco Arguello, con quien ha mantenido relaciones de trabajo, para que informara de la vulnerabilidad a esa compañía, con la cual tenía un contrato.

Arguello, otro de los implicados

Arguello también está implicado en este proceso por la Fiscalía. Mantiene relaciones con Bini a través de distintas empresas y actividades privadas, hace varios años.

Peritaje presentado por la defensa del sueco Ola Bini.

Él vendió un servidor a Bini, que mantenían en la empresa Telconet, para almacenar información, con el pago mensual de 5.000 dólares. Arguello también ha negado dentro del proceso su participación en el supuesto intento por vulnerar los equipos de la empresa pública.

Arguello es integrante del Centro de Autonomía Digital (CAD). En 2018 uno de sus fundadores fue Bini, quien también ha sido Director técnico. Entre sus socios están Sara Zambrano, Leslie Jarrín, Marco Arguello y Clara Robayo, según documentos que constan en el proceso.

En 2013, Jarrín también fue representante legal de la empresa desarrolladora ToughtWorks-Ecuador, que abrió como subsidiaria de la sede en Chicago, donde antes trabajaba Bini.

El sueco llegó al país ese mismo año con una visa de trabajo junto a su esposa, de la que luego se separó, para apuntalar la subsidiaria y dar capacitación a programadores.

El CAD mantiene nexos contractuales con ToughtWorks-Ecuador y también con Soporte Libre, otra empresa fundada por Jarrín y Arguello.

RECTIFICACIÓN
Sara Zambrano, presidenta del Centro de Autonomía Digital (CAD), nos envió una carta rectificando dos datos de la nota titulada ‘La sombra de Assange persigue a Bini, que vuelve al banquillo de los acusados’. Esencialmente señala que Clara Robayo ya no forma parte del directorio del CAD, y que esta entidad nunca ha tenido relaciones contractuales con ToughtWorks-Ecuador ni con Soporte Libre.
Los datos publicados por este portal constan en el proceso que se sigue contra Ola Bini. Lamentamos, de todas formas, cualquier equivocación.

Para ver la carta, haga clic aquí

La fiesta de Assange en el Hotel acabó con la cruda resaca en una prisión inglesa

El asilo de Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres estuvo marcado por los excesos. Esto provocó permanentes fricciones y choques con personal de seguridad y funcionarios diplomáticos. Entre su equipo de 17 colaboradores, destacaba la abogada Stella Morris, quien habría tenido una larga relación sentimental con el ´huésped´, según reportes enviados a la Senain desde la sede. Los documentos también sugieren la posibilidad de que el fundador de WikiLeaks hubiera tenido un hijo con ella. Sus abogados no se han pronunciado.

Redacción Código Vidrio

Llegó como una estrella de rock a la embajada ecuatoriana en Londres. Salió como un ermitaño, en medio de un huracán, en manos de la policía británica, en abril de 2019. Siete años de autoencierro le pasaron la factura.

Lo que ocurrió durante el asilo del activista Julian Assange en la sede diplomática tuvo tintes de festín, pero también de una cruda resaca, por los daños colaterales para su salud física y mental.

Hoy vive su peor pesadilla. Enfrenta un proceso de extradición, que arrancó a fines de febrero en Londres, y terminará probablemente en mayo, cuando las autoridades judiciales británicas decidan si lo entregan a Estados Unidos, que lo reclama por supuestos delitos contra sus seguridad nacional, tras la difusión de 250.000 cables que daban cuenta de crímenes de guerra en Afganistán, Iraq y Guantánamo, así como de las actuaciones de embajadores de EE.UU. en todo el planeta.

“El huésped tiene una naturaleza egoísta y de superioridad sobre las personas que le rodean. Le gusta ser el protagonista y que los demás le muestren cierto grado de servilismo. Hace claras muestras de conducta antisocial y no acata normas, a menos que sean las suyas”. Así lo describió un informe de UC GLOBAL, la compañía que daba seguridad a la embajada, requerido a mediados de 2014, por el entonces poderoso Secretario de Inteligencia ecuatoriano, Rommy Vallejo.

Vallejo había asumido el cargo meses atrás, y estaba preocupado por reiteradas quejas de la cabeza de la delegación diplomática, Juan Falconi, quien llegó con la misión de encontrar una rápida salida para que Assange dejara la embajada y si dirigiera a otro país, según comentó.

Pero Falconi tenía otro propósito: poner en orden el Hotel, como se conocía a la sede, y frenar los excesos del Huésped (Assange) y sus variopintos invitados: hackers, espías, extremistas, políticos, filósofos, periodistas, cantantes, artistas, todos subyugados por el ícono de la era digital.

El huésped ocupaba tres cuartos de la estrecha sede, localizada a un costado de Harrods, la lujosa tienda en el centro de Londres. Tenía una oficina junto al despacho del embajador, para antender a sus visitas, aunque también ocupaba la sala de reuniones, un cuarto donde tenía su dormitorio y otro espacio usado para guardar sus cosas.

Assange se sentía intocable y poderoso. En general, no acataba la autoridad de los embajadores, aludía que tenía contacto directamente con Quito, en alusión al entonces canciller Ricardo Patiño y a sus asesores españoles, que luego serían prominentes figuras de la política en su país, especialmente José María Guijarro, Txema, e Iván Orosa, identificados con la línea de izquierda afín a Podemos.

El amigo cercano de Assange, Stphen Hoo, llegó varias veces a la embajada en 2017, con un bebé de pocos meses de edad, que posiblemente no era su hijo.

“Pasa por momentos de depresión (de dos a tres días), que luego derivan en situaciones explosivas de desenfreno, que suele acentuar por un elevado consumo de alcohol (whisky, vino)… El estado físico general del huésped es bueno dentro de la situación en la que se encuentra; dispone de material deportivo que utiliza en forma regular (cinta andadora, lámpara de rayos UVA, juego de pesas); si bien es cierto que últimamente ha cogido algo de sobrepeso ya que la actividad es limitada por razones obvias de espacio”. Así reseña uno de los informes que revisamos la conducta del huéped.

Sus abogados han insistido en que Assange era provocado por el personal de seguridad y por algunos funcionarios diplomáticos, que eran hostiles con él. Carlos Poveda ha indicado que la empresa que lo vigilaba lo espiaba constantemente y que eso desembocaba en algunos incidentes, más bien puntuales. Precisamente, la defensa de Assange impulsa un juicio en Madrid en contra del dueño de la firma Global, David Morales, acusándolo de espiarlo para la CIA, lo cual él ha negado, insistiendo en que se trata de una campaña para victimizar al activista y evitar su extradición.

El caso Assange también ha generado una encendida polémica sobre la libertad de expresión y los derechos humanos. Hay quienes creen que efectivamente EE.UU. lo persigue y quiere sentar un precedente contra la prensa. Eso destaca hoy en un artículo en El Comercio de Perú la analista política Virginia Rosas. “Assange, en su calidad de periodista, debería estar protegido por la primera enmienda de la Constitución estadounidense, que defiende a rajatabla la libertad de prensa. Pero para juzgarlo, Washington desempolvó una ley de 1917, que sanciona los actos de interferencia con las relaciones exteriores de Estados Unidos considerándolas espionaje. Una ley que podría aplicársele, por ejemplo, a la soldado Chelsea Manning”, que actuó como informante de WikiLeaks.

Rienda suelta

Según pudimos constatar por varias fuentes, el desenfreno del líder de WikiLeaks empezó desde 2012, a pocos días de su llegada al hotel. Cuando empezó su asilo la entonces embajadora Ana Albán le entregó un protocolo de convivencia. Pero, muy a su estilo, él pasó el documento por la trituradora de documentos. La entrada a la embajada, burlando a las autoridades inglesas, fue celebrada por el activista y sus seguidores, incluidos funcionarios ecuatorianos como Fidel Narváez, el cónsul, que había jugado un papel importante para que se le concediera el asilo. Él también ha insistido en que Assange fue provocado y tratado en forma hostil, en particular por el actual gobierno.

Un dolor de cabeza para el personal de limpieza

Stella Morris era una de las asiduas visitantes de Julian Assange. Aquí en una reunión con empresarios catalanes.

El personal de limpieza de la embajada dejó varias quejas por escrito, por los excesos y las fiestas, que dejaban huellas en la sede. También era notorio el descuido al aspecto personal del hacker, que caminaba descalzo y en pijama por el lugar, en horas de atención al público.

“Debido a la falta de aseo del señor Assange, la embajada pasa muy a menudo con un olor insoportable, al punto que en épocas de invierno y pese al frío intenso en este país hemos debido tener ventanas abiertas para mejorar la ventilación”, refería tiempo después la responsable de la limpieza en un informe.

La relación sentimental con Stella

A pesar de los reiterados intentos por limitar el ingreso de colaboradores de Assange y WikiLeaks a la embajada, hubo hasta 17 cercanos al australiano en la delegación al mismo tiempo, como lo revela un informe del entonces embajador Juan Falconi.

No todos tenían el mismo nivel de proximidad. Del equipo, la abogada Stella Morris era la figura más cercana y mantuvo una relación sentimental con él, según los reportes de seguridad. Al punto que ella dormía con Assange en la delegación diplomática, según los registros escritos, membretados como secretos, que se enviaban mensualmente a la Secretaría de Inteligencia, Senain.

Por ejemplo, el primer día de enero de 2018 ella pasó la tarde completa en la embajada, el día 6 también estuvieron juntos y el día 7 se dedicaron a arreglar el dormitorio de él, para lo cual utilizaron una escalera.

Pero hubo otros hechos que no pasaron desapercibidos para los agentes de seguridad de la delegación diplomática. Un visitante frecuente de Assange era el actor Stephen Hoo. En varias ocasiones Hoo llegaba con un bebé de meses, a quien sostenía en un canguro en el pecho.

Aunque decía que era su hijo, nunca presentó un documento de identificación del niño, al ingreso. Lo que más llamó la atención a los guardias es que las visitas del actor británico de ascendencia china siempre coincidían con la llegada de Morris.

Por eso, sospechaban la “posibilidad de que el Huésped haya podido ser padre durante su confinamiento en la Embajada”, por las recientes visitas que se están recibiendo de este bebé, siempre acompañado por Stella Morris. “Planteamos la posibilidad de que debido a los lazos afectivos que la misma mantiene con el huésped, el bebé pudiera tener algún tipo de relación entre ambos”.

El informe fue escrito en octubre de 2017, pero no tiene un tono concluyente, aunque sí enfatiza que Hoo, que abiertamente había reconocido ser homosexual, no sería el padre. Personal de la embajada aludía que la abogada desapareció por varios meses del radar de la embajada, antes de la aparición de Hoo con el pequeño.

El 9 de enero de 2018 quedó este registro: “El Huésped recibe la visita de Stephen Hoo con el bebé, acompañado como siempre de Stella”, acompañado de capturas de pantalla del video que lo prueba.

Otra persona que podía pernoctar en la embajada era la actriz Pamela Anderson, una de sus más asiduas defensoras. Según fuentes cercanas a la delegación diplomática, hubo una construcción mediática alrededor de esta relación supuestamente sentimental para asegurar que el caso estuviera en el ojo público, dada la notoriedad de esa figura de la televisión estadounidense.

El papel de la abogada

Stella Morris, abogada de Assange.

Era tal la cercanía de Morris, que en el juicio que se ventila en Madrid por el supuesto espionaje a Assange de UC Global salieron a la luz las gestiones que ella habría hecho en favor de su defendido.

En una reunión con un testigo, a inicios de 2018, en un almacén justo al frente de la Embajada, Morris habría mencionado que el equipo de Assange investigó el entorno de la jueza británica Vanessa Baraitser. Así habían conocido que su esposo era un militar activo, que a su vez colaboraba con una empresa de ciberseguridad. A través de una filtración de documentos secretos, esa firma había quedado en ridículo, comprometiendo la eficiencia del trabajo del esposo de la jueza.

En el curso de esa conversación, Morris también habría revelado la existencia de un plan secreto y clandestino para sacar a Assange por la puerta principal, en una “salida victoriosa” hacia un destino seguro, pero todo esto dependía, principalmente, del Gobierno ecuatoriano, “ya que serían ellos los encargados de proveer el vehículo y los medios de salida”.

Se refería a un plan elaborado meses atrás, en diciembre de 2017, que fue conocido por el entonces secretario de Inteligencia, Rommy Vallejo. La canciller de la época, María Fernanda Espinosa, reconoció que buscaban que las autoridades inglesas le concedieran un salvoconducto, para lo cual había sido nombrado funcionario en la embajada de Ecuador en Moscú. Y antes se nacionalizó ecuatoriano, en medio de un proceso irregular, plagado de anomalías, según denunció luego el mismo gobierno.

Assange detestaba ser controlado, ocupaba distintos sitios de la sede indiscriminadamente para sus relaciones y citas con distintos personajes. Eso es advertido en varios informes, tanto del personal de Seguridad como de funcionarios diplomáticos. Sabía que era vigilado por un sistema de cámaras, ubicadas en las áreas públicas. Para evitar ser grabado escogía espacios que no eran monitoreados.

Narváez, el excónsul que era uno de sus hombres de confianza, negó los exabruptos y aclaró que fueron excepcionales. “Assange es una persona sumergida totalmente en su actividad, pocas veces trata o habla de temas que no estén dentro de su trabajo de análisis político, de lo que se va a publicar, de los ataques que le hacen, es tremendamente apasionado. Es poco flexible, muy cerrado en cosas que cree, pierde la paciencia, a veces, pero es difícil que cambie de opinión. Tiene convicciones muy firmes. No es arrogante como lo describen, quizá cuando está en medio de una entrevista difícil o en una confrontación política puede dar la impresión de ser arrogante, pero no es así en el trato común, es más bien bastante tímido”.

´Pernoctación con personal femenino´

“Advertimos sobre la falta de control del personal colaborador o simpatizantes del huésped que suelen pernoctar en el Hotel (si bien entendemos que hay  ciertas acciones que deben de ser contempladas y relajadas, vemos que se produce con bastante frecuencia la pernoctación de personal femenino con el huésped y que esta se produce fuera de la zona de descanso designada al mismo)”.

La situación de Assange cambió radicalmente, desde fines de 2017, luego de la ruptura entre Lenin Moreno y Rafael Correa, su eterno defensor, quien le había concedido el asilo a mediados de 2012. Para septiembre de 2018 el gobierno de Lenin Moreno estaba muy preocupado por las continuas intervenciones de Assange en la política interna de otros países, especialmente EE.UU. y España, y por primera vez aprobó un protocolo de seguridad, que fijaba normas en la sede.

Moreno dio un giro en sus relaciones y volvió a ser un aliado irrestricto de EE.UU., del cual Correa se había distanciado desde 2010. También recompuso sus nexos con Gran Bretaña, que había considerado la concesión del asilo una afrenta y una provocación para proteger a Assange, investigado por la justicia de ese país.

Las depresiones y excesos de Assange se reportaron constantemente a Quito.

La estabilidad emocional del huésped ya era un tema de preocupación para el embajador de la época, Carlos Abad. En un oficio al canciller José Valencia reportó que “La seguridad se ha vuelto un tema obsesivo para él; pasa algunas horas frente al monitor de cámaras, pasa mucho tiempo en el dormitorio sin salir a comer; los guardias manifiestan que en las noches suele tomar alcohol”.

Estos eventos fueron reportados durante toda la estadía de Assange en la embajada a las autoridades ecuatorianas en Quito, que sobre todo en el gobierno anterior no les prestaron atención, hasta la llegada de Lenin Moreno, que en abril de 2019 lo expulsó y lo entregó a la Policía británica.

Nos contactamos con los defensores de Assange para pedirles su versión sobre todos estos hechos, pero no obtuvimos una respuesta.

El exlegislador estadounidese Rohrabacher le puso precio a su negociación para indultar a Assange

Según la defensa de Julian Assange, el presidente estadounidense Donald Trump ofreció indultar a Assange si desmentía que Rusia estaba implicada en la filtración de correos electrónicos del Partido Demócrata, en la elección presidencial de 2016. Su mensajero fue el exdiputado republicano Dana Rohrabacher, quien visitó la embajada de Ecuador en Londres en agosto de 2017.

Un informe de UC GLOBAL, que vigiló al hacker y activista por años, registró el encuentro y detalla que el exlegislador, supuestamente, negoció con el huésped un pago para demostrar que Rusia no actuó en el hackeo de las elecciones, a cambio del indulto presidencial.

Las autoridades ecuatorianas en Londres denunciaron que Assange rentabilizó su encierro mediante el apoyo económico que recibía mensualmente, además de los beneficios por la venta de sus apariciones públicas y derechos por los libros y documentales que le hicieron, también cobraba por algunas entrevistas.

Ésta es la primera de cinco entregas del especial sobre ‘Assange, el Huésped que se tomó el Hotel’.

Por Arturo Torres

Durante mucho tiempo Julian Assange montó un tigre. Ahora está a punto de ser devorado por él.

Desesperado por evitar su extradición a Estados Unidos, el líder de WikiLeaks empieza a mostrar cartas, guardadas celosamente por años.

Pero a su vez con esta jugada se destapa una arista poco conocida de sus reuniones en la embajada de Ecuador en Londres: los posibles acuerdos económicos que transó con sus diversos visitantes, interesados en obtener sus favores.

El último as fue divulgado el lunes 24 de febrero por Jennifer Robinson, una de sus defensoras en el tribunal británico que analiza el pedido para que Assange sea juzgado en EE.UU. por las autoridades judiciales, que lo acusan de 17 cargos criminales, por la divulgación de 250 mil cables diplomáticos y de Defensa, en el 2010.

En agosto del 2017, Dana Rohrabacher estuvo en la embajada de Ecuador en Londres, junto al periodista estadounidense Charles Johnson, y se reunió con Assange por dos horas.

Según un documento citado por su abogada, el presidente estadounidense Donald Trump ofreció indultar a Assange si desmentía que Rusia estaba implicada en la filtración de correos electrónicos del Partido Demócrata, en la elección presidencial de 2016. La información fue volcada entre junio y octubre por Assange y sus colaboradores al portal de WikiLeaks desde la embajada de Ecuador en Londres, donde se había mejorado la capacidad y velocidad de las conexiones de internet con el consentimiento de las autoridades del gobierno de Rafael Correa, según reveló una investigación de CNN.

Mientras estuvo asilado, Assange hizo de la sede diplomática una base de operaciones de Wikileaks. Mantuvo reuniones con cientos de personas de distintos países, incluidos extremistas, hackers rusos, alemanes y suecos, políticos, piratas informáticos, espías, anarquistas, informáticos, artistas, periodistas y cineastas, pensadores y defensores de derechos humanos.

Precisamente en los días críticos de la campaña presidencial en EE.UU. mantuvo una serie de encuentros con piratas informáticos de clase mundial, en especial con uno: el alemán Andy Müeller, quien según la inteligencia estadounidense fue el que le entregó el paquete de correos robados a los demócratas por hackers de la inteligencia del Kremlin. Tras difundirse los correos el perjuicio a la campaña de Hillary Clinto fue evidente y tuvo un claro beneficiario: el entonces candidato republicano Donald Trump.

Luego de ganar las elecciones, Trump asumió el cargo en 2017, pero en medio de una avalancha de denuncias sobre su supuesta colusión con Rusia y Wikileaks. En esas circunstancias era crucial para el nuevo mandatario no dejar cabos sueltos de esa relación, investigada por el fiscal especial Robert Mueller, quien concluyó en su informe que Rusia sí intervino con WikiLeaks en las elecciones, aunque descartó que el mandatario hubiera participado.

Tras el escándalo por la participación de WikiLeaks, Assange y sus abogados se mantuvieron en silencio, hasta esta semana.

Según denunció la abogada Robinson, para pedirle que Assange desmintiera la participación de los rusos en el hackeo, Trump le habría ofrecido indultarlo de cualquier delito a través de un emisario: el entonces congresista republicano Dana Rohrabacher, quien se reunió con Assange en 2017.

La cita documentada de Rohrabacher y Assange

La cita del exdiputado con Assange está documentada. Se detalla en un informe de la empresa UC Global, en poder de Código Vidrio, titulado “Negociaciones Huésped”. La firma española fue la encargada de la seguridad y vigilancia del australiano desde 2015 hasta el 2019.

El reporte de 8 páginas destaca que Rohrabacher llegó a la embajada el 16 de agosto de 2017 junto al periodista Charles Carlisle Johnson, propietario de los sitios web, GotNews.com y WeSearchr. com, quien se describe como un troll de Internet, conocido por difundir informaciones escandalosas sin fundamento. Ambos entraron a la sede diplomática a las 19:55 y salieron a las 22:29.

REGISTROS DEL INGRESO DE ROHRABACHER A LA EMBAJADA

Al ingresar, Rohrabacher entregó su teléfono celular encendido al guardia de Global, que lo estuvo revisando todo el tiempo.

“Durante toda la visita el aparato estuvo sonando por los diferentes mensajes de WhatsApp. Tras observar algunas de las notificaciones de mensajes recibidos en el dispositivo, se puede constatar como varios contactos preguntaban con insistencia cómo fue la reunión con el Huésped. La persona que más insiste al observar las notificaciones fue Tim Yale”, indica el informe.

Yale, según verificó este portal, es un acaudalado lobista de California, amigo del excongresista, también oriundo de ese estado. Es dueño de la empresa TellDC, que realiza cabildeos con políticos en el Congreso estadounidense. La firma “proporciona los medios para que los estadounidenses regulares accedan a los funcionarios del gobierno”, según su página web.

Pedimos la versión de Yale, pero no obtuvimos una respuesta.

El presidente Donald Trump alabó durante la campaña presidencial de 2016 el papel de WikiLeaks, al difundir los correos del partido Demócrata, lo cual perjudicó a su opositora Hillary Clinton.

Otro que preguntaba inistententemente cómo le fue en la reunión con Assange era ´Berna´, según detalla el reporte de Global. “En un mensaje le escribó: CU2 dijo que necesitabas 15, ya están 5K listos, hay que esperar un poco por lo demás, pero podrás ofertar”.

Así, Rohrabacher “le había puesto un precio a su intermediación”, según el reporte de Global, que destaca que el entonces legislador “negocia con el huésped para demostrar que Rusia no actuó en el hackeo de las elecciones”.

Rohrabacher no respondió a nuestro pedido para que comentara sobre la supuesta negociación con Assange.

Luego de que la abogada de Assange hiciera pública la denuncia, Rohrabacher subió su versión en su página web. “En ningún momento hablé con el presidente Trump, ni otra persona relacionada con él, sobre Assange. Por mi cuenta estaba buscando información que pensaba que era importante para nuestro país”.

«Cuando conversé con Assange, le dije que si podía darme pruebas sobre quién le había dado realmente los correos electrónicos del Partido Demócrata, entonces llamaría al presidente Trump para que lo indultara», escribió, al reconocer que el hacker sí accedió a darle esa información.

Por eso, a su regreso a EE.UU., llamó a John Kelly, entonces jefe de gabinete de Trump. “Le dije que Assange proporcionaría información sobre los correos electrónicos hackeados a los demócratas en 2016, a cambio de un perdón”.

La Casa Blanca desmintió a la abogada de Assange. «El presidente apenas conoce a Dana Rohrabacher, excepto que es un excongresista. Nunca habló con él sobre este tema y prácticamente sobre ningún otro asunto. Es una pura invención y una mentira absoluta», denunció la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham, en un comunicado.

En septiembre de 2017, el gobierno había confirmado que Rohrabacher llamó a Kelly, para hablar sobre un posible acuerdo con Assange, pero que el funcionario no había transmitido el mensaje a Trump.

Trump invitó a Rohrabacher a la Casa Blanca

El entonces canciller ecuatoriano Guillaume Long dio total respaldo a Assange y sus abogados. Incluso se reunió con Baltazar Garzón en la sede diplomática para coordinar acciones.

Cuatro meses antes de visitar a Assange, Rohrabacher se reunió en la Casa Blanca con el Presidente, quien lo invitó luego de verlo en un programa de la cadena Fox, defendiéndolo de algunas denuncias.

A esas alturas, Rohrabacher era ampliamente conocido en el Congreso por su defensa de los intereses de Rusia y del presidente Vladimir Putin. También apoyó la polémica anexión de Crimea a Rusia y la invasión de ese país a Georgia, en 2008.

Desde 2012, incluso, el FBI le advirtió que espías rusos buscaban reclutarlo como «agente de influencia».

Rohrabacher es un político ducho. Fue parte del gobierno de Ronald Reagan y en esa época conoció y trabajó con Paul Manafort, exjefe de campaña de Trump, quien cumple una sentencia de siete años por fraude y otros delitos, relacionados con la interferencia rusa en las elecciones de 2016. Y también por pedir que la Casa Blanca presionara a funcionarios ucranianos para que investigaran y desacreditaran a personas, tanto en EE. UU. como en Ucrania, quienes habían publicado información condenatoria sobre su trabajo de consultoría política en ese país.

Manafort renunció en agosto de 2016, luego de que se conociera que recibió pagos secretos por 1,2 millones de dólares en efectivo de funcionarios del anterior gobierno ucraniano.

Precisamente en enero pasado Trump enfrentó un juicio político impulsado por los demócratas, del que fue exculpado, por haber presionado al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, para investigar a su potencial rival de la campaña 2020, Joe Biden.

En el 2013, el exdiputado republicano se reunió con Manafort, que en esa época trabajaba directamente para un partido político ucraniano cercano a las políticas del Kremlin.

Defensor del independentismo catalán

Otra de las facetas de Rohrabacher, un exsurfista defensor del canabis y la legalización de la marihuana, es su apoyo a ultranza del independentismo de Cataluña del estado español, y su relación con extremistas de esa región.

Julian Assange cumple una sentencia en la cárcel de Bermach, a las afueras de Londres. Y ahora enfrenta un proceso de extradición a Estados Unidos.

Precisamente, luego del encuentro con el estadounidense, el “huésped” (Assange) empezó a divulgar una serie de mensajes en Twitter a favor de la consulta en Cataluña, según indica el informe levantado por la empresa de seguridad.

Las constantes publicaciones de Assange sobre Cataluña y las reuniones en la embajada con políticos que promulgan la causa independentista tensionaron las relaciones del gobierno español con Ecuador y con otros países como EE.UU. y Gran Bretaña. A la postre, las interferencias de Assange en la política interna de otros países aceleraron la decisión del presidente Lenin Moreno de retirarle el asilo y entregarlo a las autoridades británicas, en abril del 2019.

“Assange rentabilizó su encierro”

Las alertas sobre los réditos económicos de Assange y su alto costo de manutención para el gobierno se remontan al 2014, cuando las autoridades de la embajada enviaron un correo clasificado a la Presidencia de la República.

“Las continuas fiestas y celebraciones del huésped, implican un aumento del presupuesto que se le dedica a su mantenimiento, algo lamentable cuando ha rentabilizado su encierro mediante el apoyo económico que recibe mensualmente, más los beneficios que ha obtenido por la venta de sus apariciones públicas y derechos por los libros y documentales que ha realizado”, indica la carta de remitida por uno de los altos funcionarios diplomáticos, que tuvo enfrentamientos constantes con él y su equipo, integrado por hasta 17 personas que ingresaban constantemente a la sede, el doble del personal ecuatoriano.

Es por ello -agregó la comunicación- que le transmitimos nuestra preocupación (al Presidente), ya que en su deriva política, puede llegar a afectar la viabilidad de esta sede en el Reino Unido.

Este correo fue enviado en 2014 por las autoridades diplomáticas en Londres a la Presidencia de la República. Alerta sobre los gastos excesivos en el asilado y los supuestos pagos que recibía.

El expresidente Rafael Correa al igual que el excanciller Ricardo Patiño, artífices del asilo, han defendido en reiteradas ocasiones la protección que le dieron a Assange y los gastos que ello implicó por considerar que se trataba de un tema de defensa de los derechos humanos y libertad de expresión.

Un funcionario que monitoreó por años lo que ocurría en la embajada y pidió no revelar su identidad corroboró que mientras estuvo asilado “Assange cuajó negocios y cobraba por todo lo que podía”.
Assange y Wikileaks solo reciben donaciones

El abogado de Assange en Ecuador, Carlos Poveda, ha sostenido en varias ocasiones que su defendido y Wikileaks operan con donaciones de ciudadanos de distintos países y que nunca abusó de su situación de asilo para recibir privilegio alguno del gobienro ecuatoriano o de cualquier organización, al margen de su trabajo como periodista y defensor de la libertad de expresión.

Código Vidrio buscó un pronunciamiento de Poveda y Aitor Martínez sobre las supuestas negociaciones que Rohrabacher habría realizado con Assange para su indulto y sobre los cobros por entrevistas y libros, pero no tuvo una respuesta.

El paso de Assange por la embajada, por cerca de siete años, no solo provocó tensiones con otras naciones, sino que generó afectos de otros grupos y países que se alinearon con Ecuador en su política crítica y hostil, especialmente contra Estados Unidos.

También significó onerosos gastos. El gobierno estima que para seguridad y mantenimiento de Assange se gastaron más de 6,5 millones de dólares desde 2012 a 2019. Una auditoría que realizó la Contraloría confirmó que, por ejemplo, unos 144.000 fueron destinados a gastos en relaciones públicas vinculadas al asilo. Además se cubrieron 332.000 para consultorías y asesoría legal para el australiano, en 2012 y 2013, y 105.000 en alimentos.

Ecuador pagó 20.400 dólares a altas autoridades ecuatorianas para visitar a Assange y atender asuntos relacionados al caso; y en 2015 y 2016 se destinaron 17.600 para misiones, viajes para atender temas jurídicos y políticos.

El rubro más fuerte fue por su seguridad.La empresa UC GLOBAL recibió 5,8 millones de gastos especiales de la Senain para vigilar a Assange y a la sede, entre 2012 y 2018.

María Sol Larrea y el líder de Los Choneros planificaban acciones en la cárcel de Latacunga

Código Vidrio accedió al audio de una conversación telefónica que mantuvieron María Sol Larrea, excoordinadora del IESS, y Jorge Zambrano, cabecilla de los Choneros, en agosto pasado, mientras ambos estaban detenidos en la cárcel de Latacunga. Del diálogo se desprenden revelaciones inquietantes. La principal es la relación estrecha, de extrema confianza y cercanía, de ambos. Todo indica que Larrea planificaba con Zambrano, también señalado como uno de los operadores del cartel de Sinaloa, la forma de intimidar a una guía penitenciaria y de impedir su traslado hacia otro pabellón. El abogado de Larrea dijo que no conocía la existencia de la grabación. Hoy será la audiencia preparatoria de juicio de Mario Carrillo, director de la cárcel, acusado de un supuesto abuso sexual.

Redacción Código Vidrio

“Mira, yo de la negra esa cabrona (guía penitenciaria) necesito solo el número de teléfono, nada más, y yo te digo toda la dirección todo, todo, todo…”.

Quien habla es María Sol Larrea, exfuncionaria poderosa del IESS durante el correísmo, apadrinada por Ramiro González cuando estaba al frente de la seguridad social. Detenida en la cárcel de máxima seguridad de Latacunga, entonces Larrea estaba cumpliendo penas por tráfico de influencias y enriquecimiento ilícito.

Al otro lado de la línea, su interlocutor es Jorge Luis Zambrano, cabecilla de la banda de Los Choneros, quien fue sentenciado a 25 años por asesinato. Está preso desde 2011 por delitos de extorsión, secuestro y tráfico de armas.

Código Vidrio accedió al audio de una conversación telefónica que mantuvieron Larrea y Zambrano en agosto pasado, mientras ambos estaban detenidos en la cárcel de Latacunga. Al ser un centro de detención de máxima seguridad está sujeto a un monitoreo y vigilancia permanente de las autoridades.

[icon name=»volume-up» class=»» unprefixed_class=»»] Audio Las confidencias de María Sol Larrea con el cabecilla de los Choneros

 

Del diálogo se desprenden revelaciones inquietantes. La principal es la relación estrecha, de extrema confianza y cercanía, de Larrea con Zambrano y su pareja Xaira Meneses. Con el líder de Los Choneros, Larrea planificaba la forma de intimidar a una guía penitenciaria y de impedir su traslado hacia otro pabellón.

El uso de celulares no está permitido en ese ni en ningún centro de detención, pero muchos internos los usan para comunicarse entre sí y con el exterior.

La grabación, que revisamos y transcribimos, está íntegra, sin cortes ni ediciones. Fuentes del Gobierno confirmaron la veracidad del registro y destacaron que se trata de una evidencia contundente que debe investigar la Fiscalía, para confirmar la relación de poderosos funcionarios del correísmo con el crimen organizado y el narcotráfico.

También accedimos a dos videos, que muestran los breves encuentros de Larrea, Zambrano y Meneses, en el pabellón de mínima seguridad. Las filmaciones aportan otro dato: los contactos entre los tres se realizan ante la mirada de guías y policías del centro penitenciario.

Jorge Zambrano es señalado por Inteligencia como el jefe de Los Choneros y encargado de dar seguridad a las operaciones del cartel de Sinaloa en Ecuador. Tres meses antes de la conversación grabada, se desató una guerra entre dos bandas del narcotráfico en prisiones de Guayas, Cotopaxi y Azuay. Los Choneros y los Cubanos se disputaban el control del narcotráfico, dentro y fuera de las cárceles. Hubo motines, muertos y heridos.

Teodoro Coronel, abogado de Larrea, dijo que desconocía la existencia del audio y que su defendida no ha sido notificada con el inicio de investigación formal alguna por este tema. Comentó que, de todas formas, conversaría con su cliente para evaluar su posición, una vez que conozcan en detalle el contenido de la supuesta conversación con el cabecilla de Los Choneros.

Difundimos el audio y los videos porque pueden aportar para esclarecer los nexos de Larrea, personaje de alto nivel e influencia durante el correísmo y pieza clave del esquema de corrupción, con una de las cabezas del crimen en el país.

En la grabación queda claro que el líder de Los Choneros se precia de tener influencia sobre las autoridades penitenciarias; a él recurre Larrea, tras contarle que la quieren cambiar de celda y de pabellón. Y si el traslado se concretaría, dejaría de compartir la celda con Xaira Meneses, pareja de Zambrano.

Durante la conversación -interceptada por agentes- se advierte que Larrea planifica concretar un tema aún más delicado con Zambrano, pero como sospecha que el celular estaba interferido, le dice que buscará otro mecanismo de comunicación, más seguro, como una nota escrita a mano.

¿Cuál es el antecedente de la conversación telefónica? María Sol Larrea por esos días estaba detenida en la cárcel de Latacunga, cumpliendo su condena.

María Sol Larrea era el brazo derecho del entonces presidente del Consejo directivo del IESS, Ramiro González, muy cercano a Rafael Correa, quien lo designó. Larrea y su círculo familiar se beneficiaron con contratos en salud de la seguridad social por 35,6 millones de dólares.

En sus años de opulencia y poder, la ex coordinadora general del IESS, apadrinada por Ramiro González, hoy prófugo en Perú, había aumentado sustancialmente su patrimonio, a partir de contratos millonarios con empresas en las que tenía vínculos familiares.

Para el 16 de agosto de 2019 -fecha de la conversación- Larrea había presentado una denuncia por supuesto abuso sexual contra el director de la cárcel de Latacunga, Mario Carrillo, hermano del actual Comandante de la Policía. El director asumió su cargo el 12 de agosto, es decir, pocos días antes de este diálogo.

A través de sus contactos, Larrea se enteró que sería movida de pabellón, y por lo tanto separada de la novia de Zambrano. Entonces le dijo a Zambrano que no dejaría de estar junto a Xai (Xaira) y que “de aquí me sacarán arrastrada”.

Lo curioso es que le pide a Rasquiña que averigüe si se concretará el cambio, denotando que él tenía contactos entre funcionarios penitenciarios. Él, además, le dice que es fácil simular una ubicación ficticia, aunque ella permanezca en el mismo pabellón.

LA AUDIENCIA DE LLAMADO A JUICIO DE CARRILLO

Entre tanto, este lunes, a las 8:30, se realizará en Latacunga la audiencia preparatoria de llamado a juicio en contra de Mario Carrillo, director de la cárcel de Latacunga.

Carrillo, un coronel retirado del Ejército, está procesado por un supuesto delito de abuso sexual, que se habría cometido en agosto pasado en la cárcel de Latacunga.

Contra Carrillo la Fiscalía formuló cargos e inició una instrucción fiscal, por la acusación particular de Larrea. El abuso sexual no implica violación, sino manoseo y contactos físicos no consentidos.

En la diligencia en la unidad judicial penal de Latacunga, el juez deberá decidir si llama a juicio al implicado o dicta su sobreseimiento. En septiembre, Larrea fue trasladada a la cárcel de Ambato, como una medida de protección, al ser considerada una supuesta víctima; es parte del sistema de testigos de la Fiscalía, según su abogado.

QUIÉN ES RASQUIÑA, CABECILLA DE LOS  CHONEROS

Un operativo conjunto entre la Policía de Ecuador y su similar colombiana terminó en diciembre de 2013 con la recaptura de Jorge Zambrano, alias “JL” o “Rasquiña” en Bogotá. Rasquiña (en el centro con camiseta blanca) había fugado de La Roca diez meses antes, junto con 17 presos más. En la foto aparece esposado y custodiado por tres oficiales de la Policía que lo apresaron.

Lo conocen como ‘JL’ o ‘Rasquiña’. Jorge Luis Zambrano es un manabita nacido en 1981. Pese a que cumplirá 39 años a inicios de octubre, ya es considerado como el veterano líder del grupo Los Choneros.

Esta agrupación es descrita por la Policía como una organización delictiva vinculada con el narcotráfico. Según declaraciones del exministro del Interior, José Serrano, Zambrano habría sido un nexo con el cartel de Sinaloa; su trabajo habría consistido en dar seguridad a los cargamentos de droga. El grupo tomó su nombre de Chone, la ciudad manabita donde sembró violencia durante 10 años.

Zambrano cumple una condena por asesinato en Latacunga. En 2011 fue acusado por la muerte de Jairón Carreño y fue sentenciado a 25 años; en 2012 la justicia lo condenó por el asesinato de José Luis Arroyo, en la cárcel La Roca, en Guayaquil.

Tiene 34 expedientes delictivos. Entre ellos, la denuncia por haber orquestado el ingreso, al estilo cinematográfico, de una ambulancia que escondía drogas, alcohol y armas, a la Penitenciaría del Litoral. La operación Fantasma identificó a la red, en febrero de 2019, semanas después de ese hecho, y la víspera de que un juez emitiera la orden de excarcelación de Zambrano. Esto frustró su liberación, tras 8 años de cárcel. De la audiencia, fue trasladado directamente hacia la cárcel de Latacunga.

Su historial de detenciones tiene 11 registros, el primero data de julio de 2007, por tenencia de armas no autorizadas.

Ante las autoridades tributarias, mantiene un estatus de “persona natural” dedicada a la venta al por mayor y menor de productos de la pesca. Su RUC fue suspendido en 2009.

En estas tomas de video se observa a Zambrano junto a Larrea, quien usa pantalón blanco y chaqueta corta tomate, a una guía penitenciaria, y a su pareja, Xaira Meneses, en la cárcel de Latacunga. Larrea y Meneses compartían la misma celda.

 

Según la Policía, “Los Choneros” y “Los Cubanos” libraron una batalla por el control de drogas tanto en las calles como al interior de varias cárceles (Latacunga, Guayas y Turi). A principios de mayo de 2019, la madre de un presunto integrante de “Los Cubanos” (Darwin Corozo) recibió una grabación de audio, según la cual su hijo iba a ser asesinado. Poco después, dos de los rivales de Corozo, considerados miembros de “Los Choneros”, lo mataron con 31 puñaladas, en Latacunga.

Para mediados de mayo, uniformados de las FF.AA. reforzaron las cárceles del país, en un intento por frenar la ola de violencia desatada al interior de los centros penitenciarios.

 LA TRANSCRIPCIÓN DEL DIÁLOGO 

JL (Jorge Zambrano): Hola mi amor.

Xaira (pareja de Zambrano): Hola mi amor, aquí con SOL.

JL: pensé que me había dejado de querer.

Xaira: No se me acabó el saldo, ahorita estoy hablado del de SOL escucha, mejor dicho, que SOL se acaba de enterar, espérate espérate.

Ma. Sol (María Sol Larrea): Qué tal mi vida.

JL: Cómo estas mi Solcita, cuéntame, qué pasó mi SOL.

Ma. Sol: Qué tal mi vida, como vas.

JL: Bien, aquí enterándome de la novedad de la Xai, ya le dije que ahoritita le mande a abordar para averiguar quién es esa guía que le ha dicho.

Ma. Sol: Le dijo una de las chicas de Juana, no pude hablar directamente con Juana porque estaba su madre, una de las chicas de Juana le dijo que las mismas guías pidieron que nos hagan la vida imposible, que nos saquen la madre.

JL: Escúchame, sabes lo que yo voy a ser, te soy sincero, la guía, esta negra Estupiñán, mal parida hija de puta, discúlpame la palabra, el tocayo le ha llamado y le ha dicho que por favor  ustedes están yendo para allá, ahora ha cogido y se le ha parado en el punto rojo, y que te pasa a ti, no me metas en tus huevadas, que tú tienes tu compromiso allá con esos. O sea dirigiéndose a mí, le digo: qué te pasa, tuvieron una discusión, o sea el tocayo está metido y me dice oye tocayo cógele a esa hijueputa y hazle por ahí, le digo es que obvia razón, a mí no me gusta que le cojan y le susurren por el oído a esta.

Ma. Sol: Que estoy segura que fue ella misma la que hizo eso porque ella mismo fue la que vino. Entró, nos dio la peor celda, o sea ella mismo.

JL: O sea te juro Sol que estamos nadando contra la corriente, que guías, que director, que coordinadora de dirección o sea, yo no sé qué.

Ma. Sol: Tarea de hijueputas, mira yo de la negra esa cabrona necesito solo el número de teléfono, nada más, y yo te digo toda la dirección, todo, todo, todo.

JL: Sí, porque yo ahoritita yo, el tocayo le está dando proceso, ya viene el domingo, yo el domingo porque estoy haciendo subir unos muchachos, porque quiero que le cojan y le diga: ‘oiga vea inspectora aquí es así, asado’, pero de una manera, el uno que haga el papel de bueno y el otro de malo, yo no sé, qué bestia, a mí me da una tristeza.

Ma. Sol: No hables mucho por este teléfono porque siempre es peligroso. ¿Qué te iba a decir? Ayer hubo una reunión con todos los administrativos, nos van a reubicar nos van poner mínima en mínima, mediana en mediana, máxima en máxima, ya esto se corrobora con lo que la pendeja esta enana de mujeres me dijo respecto a la Xai, que a mí me mandaba al “A” (pabellón de máxima seguridad) porque soy de mínima, pero que la Xai no porque es de mediana y tiene que esperar al lunes, y de lo que yo entiendo el lunes es la reubicación. No quieren, no se sabe porque aquí, esta pendeja de la vocera, no quiere decir, porque ya han distribuido los pabellones, a que pabellón vamos cada uno ya; Xai no puede quedar en mediana, se tiene que ir conmigo a mínima, porque a la larga ya tiene el 33% cumplido y ya tendría que haberse bajado a mínima. Yo necesito que junta de tratamiento, esto es más grande, yo necesito que junta de tratamiento considere eso y le mande a mínima a Xai.

JL: ¿Mínima, dónde es?

Ma. Sol: No sé dónde nos vayan a ubicar, parece que les van a ubicar en el “A”, todo lo que es mínima.

JL: Ya, mejor

Ma. Sol: Claro, entonces yo aquí ya hablé con dos personas que no le van a dejar, porque quieren mandarnos al “B”, y el “B” dicen que es lo peor que existe en pabellones, porque si nos mandan al “B” no nos vamos a ir, no nos vamos a mover, aquí hablé con dos personas y en el combo de esta señora estamos la Xai y yo, pero necesito que averigües eso a ver si es verdad o no, la intención va a ser separarnos.

JL: Sí, la reclasificación es muy difícil porque hay de diferentes, porque va a quedar un pabellón con más gente con menos gente y es muy difícil, es lo mismo que pasa acá, y es más, mira, yo tengo para estar en mínima, sin embargo por escrito paso mi papel a mínima pero físicamente me quedo en máxima que sí puedo, sí se puede.

Ma. Sol: Sí, yo sé, pero tú sabes que este viejo hijueputa va a estar muerto de las iras y comido mierda por el simple hecho que tiene una demanda penal pues.

JL: Es que de ahí tienes que agarrarte Sol, ante un Juez de Garantías y ante la Fiscalía de que tú quieres estar segura con la compañera en tal lado.

Ma. Sol: Eso mismo voy a hacer, peor tú sabes que primero te separan y luego cómo arreglas el tema, yo no voy a salir de la celda y no le voy a dejar de la celda a la Xai, a mí me tendrán que sacar arrastrada.

JL: Tienes que reclamar que te han puesto la peor celda.

Ma. Sol: Ya está hecho todo, ya están los escritos y desde antes, entonces no hay mayor inconveniente. Hay otra cosa que te quiero contar, pero necesito un medio súper seguro para contarte, entonces voy a ver si consigo como mandarte una cartita, me entiendes no,  porque es un tema delicado y no quiero hablar por este medio, tú sabes que de ley mi teléfono o cabina, de ley, está pinchado. Entonces voy a ver como me consigo un esfero y un papel para escribirte.

JL: ¿Y eso va con respecto a nosotros ustedes o qué mismo?

Ma. Sol: Sí, ya ahorita me consigo y ya te veo cómo te mando, ya te paso a Xai.

Xaira: Mi amor hola como ves nuestra situación.

JL: Yo no sé qué tienen esas mujeres en contra de ustedes.

Xaira: No sé, que somos creídas, que no nos creemos presas, es algo que no entiendo, trato de entenderlo, yo no me meto con nadie, no soy grosera y con el caso de Sol, de ella piensan que se robó toda la plata del IESS, no sé.

JL: Ni si quiera saben esas presas sobre el IESS.

Xaira: Las presas algunas, yo creo.

JL: No, las guías.

Xaira: Las guías sí saben, claro, te vamos a llamar de otra celda, sí que ella (María Sol) te va a contar, responde.

El dirigente indígena Luis Macas encumbró al Defensor y ahora es su subordinado

El dirigente saraguro es Director Nacional del Agua en la Defensoría del Pueblo. Antes  fue parte del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, que en abril del 2019 nombró al defensor del Pueblo, Freddy Carrión. Macas jugó un papel importante en el paro de octubre: participó en la marcha contra el gobierno, exigiendo la derogatoria de eliminación del subsidio a los combustibles y fue un puente para acercar al Defensor con dirigentes y autoridades indígenas de la Sierra Centro. Carrión niega un posible conflicto de interés en la designación de Macas, dejando entrever que no hay un pago de favores.

Por Arturo Torres

El líder indígena Luis Macas mantiene un perfil discreto en la plantilla de la Defensoría del Pueblo. Sin embargo, durante las protestas de octubre tuvo un rol crucial en la estrategia de la Defensoría para acercarse a dirigentes y autoridades del sector. Fue un puente y facilitador de las reuniones con representantes de la Sierra Centro.

“El doctor Macas está trabajando en la Defensoría del Pueblo para fortalecer la Escuela de DD.HH. Estuvo en los recorridos que realizamos por varias provincias, en mesas de diálogo con autoridades locales”, confirma el defensor Freddy Carrión, quien está en medio de una polémica por el informe que elaboró la Defensoría, concluyendo que durante las protestas de octubre hubo 11 fallecidos.

En octubre pasado, el defensor Fredy. Carrión y Luis Macas se reunieron con el prefecto de Tungurahua, Manuel Caizabanda. Foto Defensoría del Pueblo

El reporte fue cuestionado por la ministra de Gobierno, María Paula Romo, por un aparente sesgo a favor del movimiento indígena que denuncia excesos y abuso de la fuerza, y por la metodología usada para identificar a los fallecidos.  Especialmente por incluir en la lista de víctimas a José Rodrigo Chaluisa, cuya identidad y muerte aún no han sido corroboradas oficialmente, según reportes periodísticos.

Durante el paro, el Defensor viajó a Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo, en compañía de Macas y otros funcionarios de la institución como Edwin Piedra, también cercano a la Conaie y Pachakutik, hoy director de Servicios Públicos.

“Nos reunimos en Latacunga con Leonidas Iza, y los prefectos de Cotopaxi, Jorge Guamán y de Tungurahua, Manuel Caizabanda, tratando de alentar un diálogo pacífico con el gobierno, que los manifestantes ejerzan su derecho a la resistencia en paz”, explica Carrión, quien está en el cargo desde abril pasado.

Fue designado Defensor del Pueblo por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio, integrado por Julio César Trujillo (fallecido), Luis Macas, Luis Hernánez, Pablo Dávila, Xavier Zavala, Eduardo Mendoza y Miryam Félix.

Luis Macas llegó al Consejo de Participación, designado por la Asamblea, en base a listas enviadas por el presidente Lenin Moreno. Foto: Consejo de Participación.

Carrión fue el mejor puntuado en el concurso de oposición y méritos. Fue designado con cinco votos a favor, uno en contra de Trujillo, y una abstención de Mendoza.

Luego, Carrión ocupó sus primeras semanas en armar su equipo. Se enfocó en designar nuevos directores y adjuntos, pues buena parte del personal es de carrera. 418 funcionarios integran la Defensoría, que tiene un presupuesto anual de 11 millones de dólares.

Carrión recuerda que Macas se integró luego de cuatro meses, es decir entre agosto y septiembre pasados. Aunque el Defensor asegura que está dedicado a formar la Escuela de DD.HH., el dirigente saraguro también es Director Nacional del Agua, Saneamiento y Alcantarillado, según registros públicos de la entidad. Gana un sueldo mensual de USD 2.368.

En el sitio web de la Defensoría del Pueblo está registrado el nombre de Luis Macas, con su cargo: Director Nacional del Agua.

Carrión niega un conflicto de intereses

Al preguntarle sobre un posible conflicto de interés por haber designado a Macas en la Defensoría del Pueblo, ya que él fue uno de los consejeros que lo nombró, Carrión responde:

“En lo absoluto, no hay conflicto. Lo distinto sería que el doctor Macas hubiera trabajado antes en la Defensoría siendo yo defensor, luego hubiera sido consejero de Participación Ciudadana, y yo hubiera optado por ese cargo. Ahí habría un conflicto de intereses”.

Carrión dice que conoció a Macas durante el concurso. “Él llegó a trabajar después de 3 ó 4 meses. No fue de forma inmediata. Buscábamos una persona que tuviera la cosmovisión indígena”.

¿Pero en qué medida el nombramiento de Macas le resta imparcialidad a usted como  Defensor para investigar los excesos de fuerza de la Policía y FF.AA. durante el paro, denunciados por la dirigencia de la Conaie y por la CIDH?
Eso es completamente falso. Si usted quiere, nosotros somos un contrapoder. Al estado le estamos diciendo constantemente que el límite de su accionar son los DD.HH. de la población, que no puede excederse con la fuerza, pues hay responsabilidades. El hecho de que el doctor Macas esté en la Defensoría no puede ser interpretado como un sesgo en las investigaciones; no se puede poner en duda la capacidad y la integridad del señor Macas”.

Para Carrión el nombramieto de Macas es parte de un esquema inclusivo. Precisamente el martes pasado designó a una indígena de la Ecuarunari como delegada de la Defensoría en Chimborazo.  “La institución nacional de derechos humanos tiene que reflejar la diversidad étnica, y de los grupos excluidos del país, con cholos, negros, indios, mestizos, personas con discapacidad”.

El 9 de octubre Macas participó en la marcha indígena contra el Gobierno, que llegó al centro de Quito, exigiendo la derogatoria del decreto que eliminó el subsidio a los combustibles.

Contactamos a Macas por vía telefónica. Escuetamente confirmó que trabajaba en la Defensoría “en un asunto bastante puntual que es el desarrollo de escuela en formación de derechos”.

Luego se negó a contestar otras preguntas, aduciendo que lo haría en una entrevista personal que podríamos cocretar los siguientes días. Insistimos varias veces desde inicios de enero pero Macas no respondió.

En octubre pasado, el dirigente participó activamente en las manifestaciones convocadas por la Conaie, semanas después de enrolarse en la Defensoría. Encabezó la marcha contra el gobierno que se realizó en Quito y llegó hasta el centro histórico, exigiendo la eliminación del decreto que quitó los subsidios a los combustibles.

En 1986, Macas creó junto a otros dirigentes la Conaie, que presidió varias oportunidades. Fue diputado y candidato a la Presidencia en 2006. Los siguientes años se mantuvo como dirigente histórico de la Conaie, junto a otras personalidades como Nica Pacari, Blanca Chancoso, entre otros.

Piedra, otro cercano a la Conaie

Otro funcionario de la Defensoría que ha sido cercano a la Conaie y a otros movimientos sociales es Edwin Piedra, director de Servicios Públicos. El 10 de octubre acudió junto al Defensor y otros funcionarios al Ágora de la Casa de la Cultura para interceder por la liberación de 10 policías y más de 20 periodistas retenidos.

En la tarde, Piedra acompañó junto a tres personas designadas por la dirigencia indígena al periodista de Teleamazonas Fredy Paredes cuando abandonó el Ágora. Mientras el reportero caminaba hacia la 6 de Diciembre, Piedra lo escoltó y protegió de violentos manifestantes, indígenas y mestizos, que le insultaban, le lanzaban objetos y querían golpearlo. Pese a que estaba a su lado, no pudo impedir que un manifestante le lanzara por la espalda una piedra que le abrió una herida la cabeza, por lo cual se desplomó inconsciente al piso.

El funcionario de la Defensoría, Edwin Piedra, acompañó al periodista Fredy Paredes, luego de su salida de la Casa de la Cultura, donde estuvo retenido. Lo protegió de agresiones de varios manifestantes, pero no pudo impedir que un violento le lanzara una piedra por la espalda, que lo dejó inconsciente.

Semanas después el funcionario también fue delegado por el Defensor para acompañar a la misión de la Comisión Interamericana de DD.HH, durante un recorrido por Cotopaxi para recoger testimonios sobre supuestos excesos de la fuerza pública.

En los 90, Piedra fue asesor financiero de la Conaie. Por esos años también fundó Amazonia Gas, la primera empresa indígena amazónica de propiedad de la Confeniae, que usaba el gas desechado por las petroleras. Entonces, gerenciaba la firma -hoy disuelta- el dirigente de la Conaie, Antonio Vargas, según contó Piedra en una entrevista para la radio Cotopaxi Noticias.

En 2000 fue el candidato del movimiento Pachakutik a la alcaldía de Latacunga, meses después del derrocamiento del entonces presidente Jamil Mahuad, en el que también participó junto al movimiento indígena.

“Las ideas libertarias de lucha social siempre han estado ahí, soy revolucionario de corazón”, dijo Piedra, al referirse a la época cuando fue parte del movimiento subversivo Alfaro Vive Carajo. “No tengo de que arrepentirme de mi pasado”.

La fiscal Moina fue separada del caso Flamingo; hay cabos sueltos sobre nexos con Worley Parsons

La fiscal Jimena Moina, que investigó los presuntos delitos de asociación ilícita y enriquecimiento privado no justificado, en los que está involucrado Pedro Rivadeneira, padre de la asambleísta Gabriela Rivadeneira, fue separada del caso. Desde el lunes la reemplaza Leonardo Alarcón.

La investigación de la fiscal, que tomó nueve meses, tiene cabos sueltos. No profundiza, por ejemplo, en evidencias documentales entregadas desde abril del año pasado por la Secretaría Anticorrupción, el Servicio de Rentas Internas, la Unidad de Lavado de Activos y la Unidad de Análisis Financiero, sobre el origen de los bienes adquiridos por Rivadeneira.

Moina tampoco encontró anomalías o posibles delitos en los nexos entre Jorge Alcívar, quien recibió 670.000 dólares por pagos de arriendos de la empresa Worley Parsons, y Rivadeneira, a quien empleó como administrador en el edificio Flamingo, en Atacames.

Los organismos de control detectaron vacíos y discrepancias que indican, con abundante documentación, supuestos delitos de evasión y lavado, que tampoco fueron recogidos en la acusación de la Fiscal en la audiencia de formulación de cargos, el viernes pasado.

Rivadeneira tuvo ingresos por 213 mil dólares, entre 2011 y 2019. Su empleador y socio, Alcívar, recibió 3,4 millones ese período; mientras el comerciante Mauro Flores percibió 8,6 millones. Hay discrepancias entre lo que tributaron, lo que declararon y el origen de lo que ganaron. Por eso las autoridades sospechan presuntos delitos de lavado y evasión fiscal. Pero esos presuntos ilícitos no se formalizaron, pues la fiscal los desestimó.  

Redacción Código Vidrio

El operativo Flamingo no alzó vuelo la noche del jueves 9 de enero cuando fueron arrestados Pedro Rivadeneira, padre de la legisladora Gabriela Rivadeneria, y su socio Mauro Flores.

Empezó nueve meses atrás, el 25 de abril del 2019. Ese día el entonces secretario Anticorrupción de la Presidencia, Iván Granda, y la directora del Servicio de Rentas Internas, Marisol Andrade, presentaron una denuncia en la Fiscalía para que se investiguen supuestos delitos de evasión tributaria y enriquecimiento privado injustificado, por hechos conectados con contratos en Petroecuador, la Refinería de Esmeraldas y la Refinería del Pacífico.

Jorge Alcívar es el propietario del edificio de departamentos Flamingo, en Atacames. Ese complejo era visitado por familiares del administrador Pedro Rivadeneira, como su hija Gabriela. Durante años, Alcívar arrendó departamentos a la empresa Worley Parsons, que subcontrataba a Tecnazul, de William Phillips, amigo del entonces mandatario Rafael Correa. El estadounidense es esposo de Mónica Hernández, ex asesora de Correa.

En el informe, de 18 páginas, se establecen conexiones contractuales, económicas y laborales entre la empresa de servicios petroleros Worley Parsons International (WPI), Jorge Alcívar Piña y Pedro Rivadeneira.

Entre 2012 y 2015 la firma australiana WPI recibió 227 millones de dólares en contratos, bajo un esquema de sobornos que está en investigación, y fueron firmados por los ex funcionarios del correísmo Carlos Pareja Yannuzzelli y Álex Bravo, sentenciados por delitos contra la administración pública.

Bill Philips en esta foto junto al ex vicepresidente  Jorge Glas, es el dueño de la empresa Tecla Azul.

WPI fiscalizó y gerenció proyectos petroleros que alcanzaron los USD 4.000 millones, entre ellos la rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas (2.200 millones), la construcción del Acueducto La Esperanza de la Refinería del Pacífico (obra que diseñó y fiscalizó), y la remediación de la planta de gas de Bajo Alto. Para ejecutar estos trabajos, WPI firmó contratos directos con Petroecuador por 400 millones. Simultáneamente, subcontrató al Grupo Azul, del estadounidense Bill Phillips, esposo de la entonces asesora de Rafael Correa, Mónica Hernández.

Mientras seguían la pista de los contratos, los investigadores se toparon con el nombre de Alcívar Peña, que recibió pagos de WPI por el arriendo de 14 departamentos en el complejo Flamingo Exclusive Apartment, en Atacames.

Pedro Rivadeneira, de 62 años, fue detenido el jueves 9 de enero, en el operativo Flamingo. Luego un juez lo liberó y tiene medidas sustitutivas.

Alcívar, quien se encuentra en Estados Unidos desde mediados del año pasado, es un esmeraldeño de 48 años que alquila bienes inmuebles para comercio y vivienda. Sus familiares sostienen en redes sociales que es un ingeniero que emigró a EE.UU., donde prosperó financieramente y no tiene ninguna relación ilegal con este caso. Es más, aseguran que en julio presentó un escrito notificando el casillero de su defensa, para colaborar con la investigación.

Según informes del SRI, el IESS y la UAFE, a los que accedió Código Vidrio, Alcívar empezó a pagar el Impuesto a la Renta en el 2012, con 9.000 dólares; el siguiente año subió a 11.000, luego bajó su rubro y para el 2015 canceló más de 15.000 dólares. Los años siguientes no declaró un centavo para el pago de tributos.

Tiene 32 bienes, pero solo declaró dos

Sin embargo, sus cuentas no están claras y tienen muchas inconsistencias, según reportes de organismos de control. A su nombre tiene 32 propiedades, avaluadas en más de tres millones, en Guayas, Imbabura, Pichincha y Esmeraldas. Solo en Atacames posee 28 bienes, entre terrenos, casas y el edificio Flamingo. Únicamente dos de los bienes, valorados en un millón de dólares, aparecen en sus registros patrimoniales.

Hay más anomalías. Al cotejar sus declaraciones de Impuesto a la Renta con sus movimientos en el sistema financiero se detectaron inconsistencias entre ingresos y acreditaciones y depósitos a sus cuentas bancarias. Hay diferencias injustificadas por más de dos millones de dólares, según la UAFE y la Secretaría Anticorrupción.

En el edificio de departamentos y suites Flamingo su principal cliente fue la empresa petrolera WP. Entre 2012 y 2016 esa compañía le pagó a Alcívar 673.187 dólares. Los desembolsos se mantuvieron hasta el 2016 y estarían relacionados con el alquiler de departamentos para empleados de la compañía. En ese período, WP tuvo contratos millonarios con Petroecuador, bajo un esquema de coimas y contratos sobrevalorados, firmados sin concursos públicos.

Según registros de la Superintendencia de Compañías, Alcívar no tiene empresas a su nombre ni está registrado como administrador, de lo cual se determina que facturaba el alquiler de los departamentos con su RUC personal.

Entre 2008 y 2011, Alcívar tuvo ingresos en sus declaraciones de IR por solo 45.278 dólares. La UAFE destaca la importancia de este dato en vista de que en ese período construyó el edificio Flamingo. En sus cuentas bancarias tuvo ingresos por 440 mil dólares.»Desde 2012, su declaración de ingresos registra un aumento del 589%».

Entre 2014 y 2019, Alcívar hizo 24 viajes a EE.UU. En los registros de Migración tiene más de 54 salidas del país.

Pedro Rivadeneira, administrador de Flamingo

Edificio de departamentos Flamingo, propiedad de Jorge Alcívar, quien recibió más de 700 mil de Worley Parsons.

El administrador del complejo de departamentos Flamingo en Atacames es Pedro Rivadeneira, padre de la asambleísta Gabriela Riovadeneira, asilada en México desde la semana pasada. Él está acusado de supuesta asociación ilícita, junto con Mauro Flores, quien está detenido y adicionalmente se lo acusa de enriquecimiento privado injustificado.

Para Gabriela Rivadeneira, la detención de su padre es una vendetta política. Ella dejó el país pocas horas antes de su arresto. Ella sostuvo que la Fiscalía no pudo encontrar cuentas millonarias a su nombre ni su vinculación en delito alguno, aunque se investiga el movimiento injustificado de 5,8 millones.

Gabriel Rivera, abogado de Rivadeneira, dijo que fue detenido por acusación de asociación ilícita (más de 50.000 dólares), cuando el monto no reúne las condiciones para tal cosa. “Lo asocian con 5 millones de dólares, pese a que ese monto ni siquiera lo aceptó la Fiscalía en la formulación de cargos, pues pertenece al empresario implicado”, sostuvo.

Rivadeneira fue empleado de Alcívar desde 2017 hasta 2018. Ese año fue contratado con un sueldo mensual de USD 1.560. El año siguiente (2018) Alcívar le subió el salario a 4.800 dólares. Bajo la dependencia de Alcívar están siete personas más.

Un mes antes de ser contratado, Rivadeneira abrió una cuenta de ahorros con Alcívar (nro 2203643310), donde se registran depósitos por 40.000 dólares.

Entre 2011 y 2018, Rivadeneira declaró Impuesto a la Renta por 11.084, pero sus ingresos por depósitos y transferencias fueron de 213 mil. Posee tres propiedades, según informes municipales, en Cotacachi y Otavalo. Una hacienda de 25 hectáreas en Cotacachi fue avaluada en 742 mil dólares, pero la valoración bajó a 471 mil al año siguiente, el 2016. Ninguno de los bienes está incluido en su declaración patrimonial.

Código Vidrio pidió una entrevista a la fiscal Moina, el lunes 13 de enero, pero ella prefirió no pronunciarse. En la presentación de cargos, la agente sostuvo que se detectaron movimientos inusuales por 5,9 millones de dólares, mediante la adquisición de bienes inmuebles y de vehículos. Por eso, Rivadeneira y Flores son investigados por presunta asociación ilícita, una figura penal que podría abrir el paraguas para acusaciones por otros delitos, aunque es compleja de probar.

Diego Pozo, defensor de Flores, cuestionó durante la audiencia de formulación de cargos la imputación del Ministerio Público. Sus argumentos fueron que su cliente puede justificar los montos presentados por la fiscal Moina como injustificados, pues son producto de su actividad económica lícita.

En Imbabura, Flores se dedica, principalmente, a la compra y venta de vehículos con su empresa MFAutos. Esta compañía es una de las más importantes en la provincia. Adicionalmente, su abogado cuestionó que la Fiscalía haya permitido que durante la indagación previa, uno de los señalados en el informe de la UAFE (Alcívar) haya podido presentar sus pruebas de descargo, lo cual no ocurrió con su cliente. Por el momento, Rivadeneira está libre, pero debe presentarse una vez por semana a la Fiscalía de Imbabura. Flores sigue detenido y ha pedido medidas sustitutivas. Para el nuevo fiscal del caso, Leonardo Alarcón, el tiempo es su mayor enemigo: en 90 días deberá presentar las pruebas que sustenten la acusación para sustentar un posible llamado a juicio, o pedir la reformulación de cargos por otros delitos, si encuentra méritos suficientes.

Padre de asambleísta Gabriela Rivadeneira fue detenido por presunto lavado y asociación ilícita en Imbabura

Pedro Rivadeneira fue detenido el jueves 9 de enero, a las 22:10, junto a Mauro Flores en Imbabura. Según la investigación fiscal y de la Unidad de Lavado de la Policía, eran parte de una organización delictiva que realizó movimientos financieros inusuales e injustificados por aproximadamente 5, 9 millones de dólares.

Redacción Código Vidrio

El lugar de residencia de Pedro Rivadeneira es Otavalo

Pedro Ignacio Rivadeneira Sandretti, padre de la asambleísta asilada en México, Gabriela Rivadeneira, fue detenido ayer jueves 9 de enero de 2020, en Imbabura, por policías de la Unidad de Lavado de Activos, adscrita a la Dirección Antinarcóticos.

Proyecto inmobiliario que da nombre al operativo

En el operativo denominado «Flamingo», ejecutado a las 22:10, también fue capturado Mauro Flores Guerra. Según la investigación policial, ambos habrían liderado una organización delictiva implicada en presuntos delitos de asociación Ilícita, enriquecimiento privado no justificado y defraudación tributaria, que operaba en Imbabura, en los cantones de Otavalo y Cotacachi.

Horas antes de la detención de su progenitor, Gabriela Rivadeneira viajó a México, luego de que el gobierno ecuatoriano le concediera el salvoconducto para salir de la embajada mexicana. En esa sede estaba refugiada desde octubre de 2019, al igual que los legisladores Soledad Buendía y Carlos Viteri, con sus respectivas parejas, todos militantes del correísmo.

La investigación del caso fue dirigida por la Fiscalía General, conjuntamente con agentes de la Unidad de Lavado de Activos «ULA». Durante meses los investigadores realizaron el análisis documental de información proporcionada por diversos organismos de control.

Mauro Flores es el segundo detenido del operativo. Se dedica a compra y venta de vehículos

Para concretar los supuestos ilícitos, la organización obtuvo importantes sumas de dinero, producto de la compra-venta de vehículos y la simulación de compra y venta de bienes inmuebles. Producto de estas operaciones realizaron movimientos financieros supuestamente inusuales e injustificados por aproximadamente 5,9 millones de dólares. Según indica un informe de la investigación en poder de Código Vidrio, incrementaron sustancialmente su patrimonio mediante la adquisición de bienes inmuebles y vehículos para el giro del negocio de compra y venta.

Pedro Rivadeneira, según registros documentales, empezó su actividad económica en 2001 en Ibarra. En su página de Facebook aparece domiciliado en Otavalo. En sus redes sociales hace una profusa difusión de la actividad militante y política de su hija.

Precisamente uno de los proyectos inmobiliarios, que se levanta en Esmeraldas, que el padre de Rivadeneira promocionaba, coincide con el nombre del operativo policial “Flamingo”.

Hoy, a las 08:30, está prevista la formulación de cargos en Otavalo, a cargo del fiscal Gustavo Benítez, de Quito.

La expresidenta de la Asamblea, legisladora y hoy asilada es una militante correista

RESULTADOS DEL OPERATIVO

– 2 detenidos
– 4 allanamientos
– 1 vehículo aprehendido
– Incautación de USD 12.000
– 4 celulares
– Equipos Tecnológicos
– Documentos Financieros
– Documentos públicos y privados