Agente de la CIA que capturó al Che operó en Ecuador

Hoy, 9 de octubre, se recuerdan los 53 años de la captura y ejecución de Ernesto Che Guevara en Bolivia. El cerebro detrás de su detención fue el agente de la CIA Félix Rodríguez, quien pocos meses después de la ejecución del guerrillero argentino estuvo en Ecuador en operaciones de Inteligencia, bajo una identidad encubierta, como asesor en una unidad de la Presidencia.

Redacción Código Vidrio

Félix Rodríguez, el agente de la CIA que en 1967 dirigió la búsqueda y ejecución de Ernesto Che Guevara en Bolivia, participó los meses siguientes en operaciones de inteligencia y entrenamiento antisubversivo en Ecuador.

Hoy, 9 de octubre, se recuerdan 53 años de la captura y ejecución del Che Guevara, el guerrillero argentino que con los años devino en un ícono de los ideales revolucionarios de la extrema izquierda, en los años 60.

El ‘Gato Félix’, que hoy vive en Miami y tiene 79 años, fue el cerebro de su captura. Durante varios meses, el cubano nacionalizado estadounidense siguió el rastro del Che, junto a otros agentes de la CIA. Organizó el entrenamiento de soldados bolivianos, a cargo de boinas verdes estadounidenses.

A inicios de 1967, Rodríguez se había ofrecido como voluntario para la misión en Bolivia, una vez que la CIA sospechaba que el Che había ingresado al país del altiplano, para “expandir la revolución por Latinoamérica y derrotar al imperialismo estadounidense”.

Antes, había participado en varias misiones fallidas para intentar derrocar, con apoyo directo de la CIA y el gobierno estadounidense, a Fidel Castro, quien había tomado el poder por las armas en 1959. Su último fracaso había sido la invasión a Bahía de Cochinos, en 1961.

“Nos mandan a Bolivia desde Miami precisamente, a otro compañero mío y a mí, porque nosotros no éramos ciudadanos norteamericanos sino solo residentes. Había una disposición específica del embajador de que ningún ciudadano de su país podía participar en zonas de peligro y de combate, para evitar otro Vietnam”, relató Rodríguez en sus memorias, recogidas en su libro Un Guerrero en las Sombras.

El gobierno de Estados Unidos estaba preocupado por la catastrófica situación de sus tropas en Vietnam, que generaba un rechazo cada vez más creciente entre los estadounidenses y la comunidad internacional. Precisamente, por eso el plan del Che y su pequeño grupo subversivo, que no pasaba de los 60 combatientes en buena parte cubanos y bolivianos, era crear en Latinoamérica varios Vietnam; Bolivia sería la mecha que encendería la revolución en todo el continente.

El guerrillero argentino arribó a La Paz, en noviembre de 1966, proveniente de Brasil, simulando ser el comerciante uruguayo Adolfo Mena. Su llegada fue conocida por la CIA, gracias a los datos de dos desertores capturados en Bolivia. Hasta ese momento EE.UU. suponía que el Che había muerto en combates en El Congo.

Antes de ser ejecutado por un sargento boliviano en La Higuera, el Che Guevara fue fotografiado con miembros del Ejército boliviano, junto al agente de la CIA Félix Rodríguez. Foto archivo

En realidad, la última misión del Che tuvo una cadena de errores: desde la falta de información del terreno y la apatía de los campesinos del sur a apoyar cualquier insurrección, hasta la pobre fuerza de combate y equipamiento con que contaba Guevara, su falta de información de Inteligencia sobre la capacidad del Ejército boliviano y su cooperación con la CIA, y las discrepancias con los comunistas bolivianos.

Tras conocer que el Che estaba en Bolivia, Rodríguez viajó en agosto. Estaba obsesionado con detener al argentino, por su participación en los fusilamientos de cientos de opositores al régimen de Fidel Castro, desde 1959.

También llegó al país encubierto, con la identidad del empresario Félix Ramos, e inmediatamente empezó a recabar datos de los campesinos y a interrogar, bajo torturas, a los insurgentes detenidos.

Dos meses después, la suerte del Che estaba echada. El 8 de octubre de 1967 un batallallón de 200 hombres lo acorraló en la quebrada del Yuro, una zona selvática de Santa Cruz, al sureste de Bolivia.

Tras horas de enfrentamientos con los rangers bolivianos, toda la columna del Che fue abatida. Él fue capturado vivo, herido en la pantorrilla izquierda,  y luego llevado al pueblo de La Higuera, donde conversó brevemente con el ‘Gato Félix’. ´Él se identificó como miembro de la anticastrista Brigada 2506, entrenada por la CIA.

Después de tomarse una foto con Guevara, el agente le contó que el gobierno boliviano había ordenado ejecutarlo, aunque el plan de EE.UU. era mantenerlo vivo para trasladarlo a Panamá e interrogarlo.

Mario Terán, un sargento de aspecto rudo que quería vengar la muerte el día anterior de tres de sus compañeros, fue su verdugo.

El Che fue asesinado por el sargento boliviano Mario Terán con una ráfaga de metralla, al mediodía del 9 de octubre de 1967. Foto de archivo

Los últimos minutos de vida del argentino están descritos por el periodista John Lee Anderson en su libro Che Guevara, Una vida revolucionaria. “Las últimas plabras del Che al ver a Terán en la puerta fueron: Sé que viene a matarme, dispare cobarde, sólo va a matar un hombre. Terán titubeó, apuntó su fusil semiautomático y le disparó a los brazos y las piernas. Mientras el Che se retorcía en el suelo y aparentemente se mordía una muñeca para contener los gritos, Terán disparó otra ráfaga. La bala fatal le perforó el tórax y sus pulmones se llenaron de sangre.

El 9 de octubre de 1967, a los teinta y nueve años de edad, el Che Guevara había muerto”.

El viaje ugente a Ecuador

Tras la operación, Félix volvió triunfante a Estados Unidos e inmediatamente fue enviado por la CIA a una nueva misión urgente en Ecuador, donde se temía la expansión del comunismo y grupos de izquierda, simpatizantes de la revolución cubana.

Años antes de su arribo, la Agencia había empezado a reforzar sus operaciones en Ecuador, de la mano del agente encubierto Philip Agee. El personal en la estación en este país se duplicó, así como su presupuesto, que pasó de medio millón a casi 800 mil dólares anuales.

“Las operaciones también han mejorado, el programa contrainsurgencia ha avanzado mucho, ayudado en todo caso por los arrestados, el exilio y la represión general emprendida por la Junta (Militar)”, escribió en un informe Agee, al finalizar su misión en Ecuador, en diciembre de 1963.

La Junta Militar asumió el poder en 1963, tras un golpe de estado al presidente Carlos Julio Arosemena Monroy. Estaba integrada por el contralmirante Ramón Castro, los generales Marcos Gándara y Luis Cabrera y el coronel Guillermo Freire. Foto de archivo

“Tenemos varias operaciones secretas, particularmente las nuevas grabaciones telefónicas y la unidad militar de Inteligencia. Muchas de estas actividades son llevadas a efecto en cooperación con la Junta, sobre la cual hemos ejercido acción, penetrando a través de la Policía y de oficiales militares y de la principal taquígrafa-transcriptora de la misma Junta, a quien tenemos en nuestra lista de pagos (…). Los mejores de nuestros agentes de penetración en el PCE (Partido Comunista Ecuatoriano) han subsistido y hemos aumentado algunos más”.

La Junta Militar a la que se refería Agee asumió el poder en 1963, tras un golpe de estado al presidente Carlos Julio Arosemena Monroy. Estaba integrada por el contralmirante Ramón Castro, los generales Marcos Gándara y Luis Cabrera y el coronel Guillermo Freire.

Esa dictadura fue criticada, precisamente, por la fuerte represión anticomunista, por prohibir las actividades del PCE, por el cierre de medios de comunicación y la detención de opositores políticos, incluido el expresidente Camilo Ponce. En los tres años que estuvo en el poder la Junta concretó acuerdos de cooperación con EE.UU. y emprendió el que sería su mayor logro: la reforma agraria, que eliminó el huasipungo.

Precisamente, Agee alertaba años antes en su memorandum la necesidad de emprender la reforma agraria, lo cual también dejó sentado en su libro publicado en 1975, titulado Inside the Company: CIA Diary.

El estadounidense, que estuvo en Ecuador entre 1960 y 1963, también destacaba por esos años lo incomprensible que resultaba para su gobierno Velasco Ibarra, quien había declarado nulo el Tratado de Río de Janeiro al llegar al poder, en 1960. Velasco además había iniciado una purga de funcionarios, incluidos policías y militares, algunos de los cuales eran agentes de contacto de la Agencia americana. Por eso, tras la salida de Velasco que fue derrocado por un golpe militar en 1961, la CIA buscó los siguientes años que los militares llegaran al poder para aplacar cualquier apoyo al comunismo, en el contexto global de la guerra fría. Todos estos detalles fueron relatados por Agee, quien dejó la CIA en 1969 para denunciar sus operaciones en Latinoamérica y luego fue protegido por el gobierno de Cuba, donde murió en 2008.

En noviembre de 1966 Otto Arosemena Gómez, primo hermano de Carlos Julio, fue nombrado presidente por la Asamblea. Fue precisamente durante su mandato que el ‘Gato Rodríguez’ llegó al Ecuador para trabajar en operaciones de contrainteligencia. Foto de archivo

Respondían a las órdenes de una potencia extranjera, principalmente del señor Bernbaum, embajador de Estados Unidos; eso no es secreto, lo han dicho ellos (los integrantes de la Junta militar), señalando además que estaban en el rol de pagos de la CIA”, declaró en una entrevista, publicada en la revista Diners, Carlos Julio Arosemena, quien fue depuesto por los militares en 1963. La Junta militar gobernó hasta marzo de 1966 y asumió como presidente interino Clemente Yerovi, reemplazado en noviembre por Otto Arosemena Gómez, primo hermano de Carlos Julio.

Fue precisamente durante su mandato que el ‘Gato Félix’ llegó al Ecuador para trabajar bajo una identidad encubierta como asesor en una unidad presidencial, según reveló en una entrevista en 2005, en el programa Magazine Cubano, en una radio de Puerto Rico. También dio entrenamiento a uniformados ecuatorianos en acciones antisubversivas, según registros desclasificados de la CIA.

‘El Gato’ llegó a Ecuador a fines de 1967. Meses antes de su arribo -en abril- Arosemena había criticado los errores de la política estadounidense con relación a los países latinoamericanos y el fracaso del programa la Alianza para el Progreso. Esto currió en la reunión de presidentes de América de la OEA, en Uruguay. De hecho, Arosemena no firmó la declaración de presidentes, que buscaba estrechar la cooperación regional con EE.UU.

Félix Rodríguez vive actualmente en Miami. Tiene 79 años. Por sus servicios destacados en varias operaciones fue condecorado por la CIA. Foto cortesía

El entonces mandatario estuvo en el poder hasta 1968 y fue sucedido por Velasco Ibarra. Entre tanto, Rodríguez viajó a Perú a una unidad militar paracaidista y participó en un golpe militar contra el presidente Fernando Belaúnde Terry (octubre de 1968). Luego volvió a EE.UU., se nacionalizó y fue enviado por la CIA, como parte del Ejército, a apoyar en la guerra de Vietnam. Los años siguientes se conocieron sus nexos con el presidente George H.W. Bush durante el escándalo Irán-Contra en Nicaragua y se le atribuye el asesinato del agente de la DEA, Enrique ‘Kiki’ Camarena, en 1985.