EN PERSPECTIVA. La visita que esta semana realizará el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, a Ecuador no solo se enfocará en apuntalar la cooperación para enfrentar al narcotráfico, la migración irregular y avanzar en acuerdos bilaterales. También es prioritario para la potencia reducir la influencia de China, país con el cual Ecuador tiene un acuerdo comercial y tejió relaciones económicas a todo nivel, que han generado compromisos y una abultada deuda de $4 mil millones. EE.UU. cree que China tiene un comportamiento «maligno» en Latinoamérica, su patio trasero.
Redacción Código Vidrio
La visita que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, realizará a México y Ecuador, entre el 2 y 4 de septiembre, se enmarca en la estrategia de la administración de Donald Trump de priorizar América Latina en su política exterior. Esto se ha evidenciado desde el inicio del segundo mandato de Trump, cuando Rubio realizó su primera gira internacional a países latinoamericanos. Es la primera vez, en más de un siglo, que un Secretario de Estado estadounidense eligió esta región para su primer viaje oficial.
Desde que Trump volvió a la Presidencia, en enero de 2025, la relación entre Ecuador y EE.UU. se ha caracterizado por un fortalecimiento de los lazos bilaterales, especialmente en materia de seguridad y cooperación militar, por el riesgo de desestabilización regional y la migración, no solo de ecuatorianos hacia ese país sino de otras nacionalidades. De hecho, Ecuador sigue siendo utilizado por migrantes chinos como país de paso para llegar a EE.UU., pese a que desde mediados de este año requieren un visado para su ingreso al país.
Rubio, que este año ya se ha desplazado a Canadá y América Latina y el Caribe dos veces, visitará México y Ecuador para discutir las prioridades de la administración Trump. Sobre todo: detener la migración ilegal, la lucha contra el crimen organizado y los cárteles de la droga, así como contrarrestar lo que EE.UU. cree que es un «comportamiento chino maligno en su patio trasero», según un reporte del diario Washington Post.
El «cuarto viaje de Rubio a nuestro hemisferio demuestra el compromiso inquebrantable de los EE.UU. de proteger sus fronteras, neutralizar las amenazas narcoterroristas a nuestra patria y garantizar una igualdad de condiciones para las empresas estadounidenses», dijo el Departamento de Estado en un comunicado.
Al referirse a las conversaciones diplomáticas privadas previas de esta visita, un funcionario del Departamento de Estado le dijo al Post que ya se han logrado progresos en la lucha contra China en el hemisferio occidental. Eso incluye las medidas adoptadas por Panamá para recuperar el control de las instalaciones portuarias del canal por parte de las empresas chinas y alejarse de la iniciativa de desarrollo de la Franja y la Ruta de China.
El funcionario destacó que Ecuador está empezando a tratar de liberarse del esquema de la Franja y la Ruta, pues está llevando una dura carga por lo que llamó deuda «depredadora» con China.
En medio de estos sensibles intereses en juego, la aproximación entre Ecuador y EE.UU. tiene también algunos temas pedientes por resolver. Especialmente en el campo comercial. Ecuador ha propuesto a EE.UU. la firma de un tratado de libre comercio (TLC). Sin embargo, en abril de 2025 Trump impuso un arancel del 10% a las importaciones ecuatorianas como parte de su política de tributos recíprocos, afectando productos clave como camarones, plátanos, cacao, flores y petróleo. Semanas antes, el presidente Noboa se reunió con Trump en su residencia en Mar-a-Lago, pero no logró evitar estas imposiciones arancelarias. Otros intentos posteriores de las autoridades ecuatorianas por buscar una reducción también han sido infructuosos.
En las relaciones internacionales no priman las amistades sino los intereses. Quizás el mejor exponente de esta máxima de la diplomacia internacional es Trump. Su artífice en este campo es Rubio -hijo de padres cubanos- quien está jugando un papel fundamental en la relación con Ecuador, en especial en temas de seguridad y lucha antidrogas. El Secretario de Estado ha mantenido una comunicación directa con la canciller Gabriela Sommerfeld sobre temas como la recaptura de alias «Fito» y la migración ilegal, según fuentes de ambos gobiernos.
El interés fundamental del régimen estadounidense es apoyar a Ecuador en la lucha contra el narcotráfico, que es una de sus principales amenazas. El 60% de la cocaína que se produce en los departamentos del sur de Colombia sale por Ecuador hacia México, EE.UU. y países europeos.
La administración Trump ha visto con buenos ojos al gobierno de Noboa, considerándolo un aliado en la región, según fuentes de ese gobierno. La reelección de Noboa, en abril pasado, ha sido vista como una consolidación de la política de alineamiento con EE.UU., que también tiene a Argentina como otro de sus aliados claves.
La relación Ecuador-EE.UU. contrasta con el deterioro de las alianzas de esa potencia con otros países de la región como México (con el cual Ecuador también tiene relaciones rotas desde abril de 2024) y Colombia. El caso de Venezuela es emblemático, sin precedentes. Su presidente Nicolás Maduro está en la mira de la administración Trump, que lo señala como una de las cabezas del cartel de los Soles.
La administración Trump, ha mostrado un claro apoyo al gobierno de Noboa. Rubio elogió al régimen ecuatoriano por la captura de «Fito». El Secretario de Estado ha sido descrito como un «halcón neoconservador» que mantiene una línea dura contra gobiernos de izquierda en la región.
Simultáneamente, el presidente Daniel Noboa ha propuesto expandir la cooperación internacional para combatir el crimen transnacional, incluyendo la posibilidad de revertir la prohibición constitucional de bases militares extranjeras en Ecuador. Funcionarios del gobierno han expresado interés en albergar una base militar estadounidense, similar a la que operó en Manta entre 1999 y 2009. Para EE.UU., sin embargo, esa no es una de sus prioridades, según fuentes diplomáticas.
La amenaza del dragón
Una de las preocupaciones medulares de la administración Trump ha sido la creciente influencia de China en América Latina. Y estará con seguridad dentro de la agenda de Rubio en sus reuniones con las autoridades ecuatorinas.
Noboa ha fortalecido sus lazos con el gigante asiático en busca de diversificar sus relaciones económicas, lo que podría generar fricciones con EE.UU., que este año desató una guerra comercial para mermar la creciente expanción económica china en el mundo.
Precisamente, el primer viaje de Rubio por América Latina, a principios de 2025, fue descrita como una «gira anti-China», buscando reducir la dependencia de los países latinoamericanos de las inversiones de esa nación.
Así busca promover los intereses económicos estadounidenses para frenar la influencia no solo de China, sino de Venezuela, Cuba e Irán.
Siguiendo el patrón de las visitas de Rubio a otros países latinoamericanos, durante sus encuentros con autoridades ecuatorianas podrían establecerse mecanismos para reducir la dependencia de Ecuador de las inversiones chinas, especialmente considerando que el TLC con China entró en vigor en mayo de 2024.

Pero cualquier acuerdo entre Ecuador y EE.UU. diseñado para reducir la influencia china tendría importantes implicaciones para las relaciones de nuestro país con China, especialmente considerando los vínculos económicos y comerciales existentes.
Si un convenio se concreta en este sentido, el acuerdo de libre comercio entre Ecuador y China podría verse comprometido. Este TLC elimina aranceles para el 99.6% de las exportaciones ecuatorianas a China, pero un acuerdo con EE.UU. para reducir la influencia china podría generar represalias comerciales.
Ecuador ya enfrenta un desequilibrio en su relación comercial con China. Entre 2022 y 2024, las exportaciones no petroleras de este país a China cayeron un 17.1%, mientras que las importaciones chinas (vehículos, tecnología y bienes industriales) continuaron creciendo, ampliando la brecha comercial. El 60% de los carros vendidos en 2024 en este país son chinos.
¿Cuál sería el impacto en sectores estratégicos? Podrían verse afectados los camaroneros y bananeros. China es el segundo socio comercial de Ecuador después de Estados Unidos, con más de $5 mil millones exportados a China en 2023.
Ecuador tiene importantes proyectos de infraestructura financiados por China, como la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair (con problemas estructurales que han llevado a arbitraje internacional). Un acuerdo anti-China podría complicar la resolución de estos conflictos.
Ecuador también tiene una significativa deuda con China (4 mil millones de dólares), lo que limita su margen de maniobra. Cualquier convenio con EE.UU. debería considerar esta realidad financiera.
En este contexto, Ecuador se encontraría en la difícil posición de equilibrar relaciones entre las dos potencias. Para EE.UU., la mejor postura ante el avance del gigante asiático en Ecuador no es obligar a sus vecinos a elegir entre una de las dos potencias. Lo principal y más eficaz, según varios analistas, es fomentar la transparencia, instituciones fuertes, y la aplicación universal del estado de derecho.
¿Qué acuerdos específicos podría firmar Ecuador con EE.UU.?
Durante la visita de Rubio, a más de un convenio para mermar la influencia China, se podrían firmar varios acuerdos específicos en las siguientes áreas:
- Seguridad y lucha contra el narcotráfico:
-Acuerdo de cooperación militar ampliado: Podría formalizarse un acuerdo que profundice la cooperación militar existente, posiblemente incluyendo discusiones sobre la reversión de la prohibición constitucional de bases militares extranjeras en Ecuador.
-Estrategia integrada de asistencia en seguridad: Según documentos del Congreso estadounidense, el Secretario de Estado debe presentar una estrategia integrada de asistencia en seguridad para Ecuador, que podría concretarse durante esta visita.
-Ampliación del intercambio de oficiales de enlace: Podría expandirse el acuerdo bilateral firmado en julio de 2025 que facilita el intercambio de oficiales de enlace en el campo de seguridad.
- Comercio y economía:
-Discusiones sobre aranceles: Podrían iniciarse negociaciones para reducir o eliminar el arancel del 10% que Trump impuso a las importaciones ecuatorianas en abril de 2025, que afecta productos clave como camarones, bananas, cacao, flores y petróleo.
-Avances hacia un TLC: Ecuador ha propuesto a Estados Unidos la firma de un tratado de libre comercio, y esta visita podría marcar avances en esa dirección, posiblemente con un esquema de reciprocidad arancelaria.
-Acuerdos sectoriales: Podrían firmarse acuerdos específicos para sectores como el automotriz, donde Noboa ha propuesto eximir de aranceles a autos estadounidenses que no compitan con la producción ecuatoriana.
- Migración:
-Acuerdos sobre deportaciones: Similar a los acuerdos firmados con Guatemala durante la visita de Rubio a ese país en febrero de 2025, podría establecerse un marco para la repatriación de migrantes ecuatorianos y de otras nacionalidades.
-Cooperación en control fronterizo: Podrían firmarse acuerdos para fortalecer el control de las fronteras ecuatorianas para reducir la migración irregular hacia Estados Unidos.