“No hay niños en las calles, hay escasez de alimentos”
Cristine Fredericks, 42 años, ecuatoriana nacionalizada estadounidense. Vive en Nassau County, en Long Island, Nueva York. Es escribana de la Corte de Nueva York. Este es su testimonio.
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“Ya no puedo ir al trabajo desde ayer martes. Solo atienden casos de extrema urgencia en tribunales. Solo hay un juez diario. Para casos criminales, porque está de por medio libertad de las personas o de violencia familiar, y los casos de los niños. Casos civiles no se están atendiendo.
“La Universidad ha sido cerrada desde el miércoles pasado, al igual que escuelas y colegios. Hasta junio próximo los centros educativos tendrán clases virtuales. No hay niños en las calles.
“No puedo hacer teletrabajo porque manejo información de procesos judiciales confidenciales. Vivo en Long Island. Teníamos 50 casos hace dos días y hoy llegamos a 200, esto se está saliendo de control. Las autoridades están pidiendo la colaboración de médicos cesantes, jubilados para atender la emergencia. Es una pandemia de consecuencias terribles, insospechadas.
“Ayer fue nuestro primer día de confinamiento, junto con mi mamá Rita y mi hijo Emilio, que estudia en la universidad. Los precios de las cosas han subido mucho. No hay papel higiénico en centros comerciales, que están desabastecidos. Hay menos alimentos y enlatados. Están desapareciendo.
“Nuestro pasatiempo por el momento es limpiar la casa, arreglar muebles, poco a poco iremos entrando en otros pasatiempos por internet. Les sugiero ver la película Parásito.
«La mejor manera de evitar el contagio es quedarse en casa, y pensar que es una nueva oportunidad para un cambio en nuestra vida”.