A pesar de que la Fiscalía pidió investigar a autoridades de cuatro gobiernos consecutivos, el santo obró a favor de los ex funcionarios. Así, el primer escándalo de Odebrecht quedó al margen de la investigación de la justicia ecuatoriana.
Corría diciembre del 2009. En menos de 10 horas la Fiscalía abrió y cerró la puerta para investigar a las principales autoridades de cuatro gobiernos. El delito: presunto peculado por la concesión del crédito y los daños en la construcción de la Central Hidroeléctrica San Francisco, a cargo de Odebrecht.
El documento, fechado 17 de diciembre, a las 08:20, está firmado por el entonces fiscal de Tungurahua, Carlos Medina Riofrío. En el escrito, que fue parte del proceso contra Odebrecht, Medina le pidió al entonces fiscal general Washington Pesántez que incluyera en el proceso a las autoridades de cuatro gobiernos, pues él no los podía investigar porque todos gozaban de fuero.
Se trataba del entonces vicepresidente Jorge Glas Espinel; los expresidentes de la República Gustavo Noboa, Lucio Gutiérrez y Alfredo Palacio; los exprocuradores del Estado, José María Borja y Xavier Garaicoa; el exprocurador Diego García; el excontralor Carlos Pólit, y el exministro de Energía Pablo Terán.
El mismo día, Medina cambió de parecer. A las 18:10 envió otro oficio a la Fiscalía indicando que revocaba el pedido de vinculación, pues antes aún debían recogerse las versiones de siete personas más.
Aunque no se concretó, el pedido fue notificado a algunos de los aludidos. El director de Patrocinio de la Contraloría, Wilson Vallejo, presentó un escrito señalando que no existían fundamentos de hecho y de derecho para dudar de las actuaciones del Contralor. “Al sustentar usted señor fiscal su revocatoria en la falta de recepción de versiones aún pendientes, se entendería que una vez receptadas se volvería a insistir en el pedido, situación absurda, por cuanto se estaría transformando a la autoridad de control, que evidenció los hechos materia de la investigación (a través de dos exámenes especiales), en sujeto investigado”.
Extrañamente, 11 días después (el 28 de diciembre) Medina remitió otro pedido al fiscal Pesántez, solicitándole que solo investigara la participación de Gustavo Noboa. El 5 de enero del 2010, Pesántez desestimó el pedido. “De la revisión del expediente no se observa fundamento legal alguno del que se desprenda que esta Fiscalía deba continuar con la investigación (…)”.
En esos días solo se conoció por los medios el pedido de investigar a Noboa, quien aseguró que su intervención en este caso se basó en informes técnicos de varias autoridades. El 29 de marzo del 2000, como presidente de la República, Noboa había firmado el decreto 258 que dio paso al crédito por USD 286 millones para la construcción de la central San Francisco.
Al ser consultado sobre su actuación, Pesántez aseguró en declaraciones a la prensa que no intervino directamente en este caso. Es más, dijo que conoció el pedido de vinculación de Noboa por los medios, pero que él no participó, pues fue una solicitud extemporánea porque el caso ya se había archivado.
Pero el juicio estaba abierto. Era impulsado por el fiscal Medina, quien sin embargo renunció al cargo el 6 de enero del 2010 y fue reemplazado por Iván Garzón. Medina, quien es juez en Baños, no ha querido pronunciarse sobre el tema.
El exprocurador, Diego García, confirmó que el pedido de Medina de vincularlo fue incluido en el juicio pero carecía de motivación y no tuvo ningún efecto. “Creo que el fiscal de Ambato quería dejar de investigar el caso”.
El expresidente Lucio Gutiérrez afirmó que en su período no firmó ningún contrato con Odebrecht y aclaró que únicamente se encargó de dar trámite a lo que estipulaba el contrato firmado en el 2000 por Noboa.
Además, comentó que por su condición de ingeniero civil vigiló personalmente la construcción de San Francisco. «Por eso no hicimos ninguna observación; los problemas ocurrieron después», aclaró.
El expresidente Alfredo Palacio tampoco conoció el pedido de vincularlo. «No sé a lo que se refiere ese señor fiscal. Primera noticia que tengo de este asunto», sostuvo a una periodista de El Comercio. También señaló que no tuvo «ninguna reunión» con Odebrecht cuando asumió la Presidencia. Sin embargo, reconoció que había dos proyectos que venían de antes y que en su mandato los mantuvo.
No pudimos ubicar a los exprocuradores José María Borja y Xavier Garaicoa, tampoco al exministro Pablo Terán.
Medina fue el primer fiscal en investigar el caso que se abrió luego de que empezaran a aparecer las primeras fallas en la central San Francisco, en noviembre del 2007. Cinco meses antes, la obra había sido inaugurada por el presidente Rafael Correa.