Jorge Luis Zambrano, líder de “Los Choneros”, esperaba a mediados de abril pasado que el juez de Latacunga, Manuel Santamaría, aceptara el pedido de sus abogados de acogerse al régimen semiabierto (excarcelamiento). Alegaba que ya cumplió el 60% de su sentencia, que purga por su participación en un asesinato. Pedía ser excarcelado con base en el fallo de un juez que redujo su condena de 20 a 8 años, pese a que no tenía competencia para hacerlo. Por ese motivo, el juez fue destituido y enfrenta una investigación de la Fiscalía. Hoy 5 de junio Alzira Benítez Tello, que asumió el conocimiento del recurso, le acaba de conceder la prelibertad.
Redacción Código Vidrio
Jorge Luis Zambrano, “Rasquiña”, está a punto de salir libre. Desde hace meses, cavó un túnel seguro para salir libre, pero no por debajo de la prisión de Latacunga donde estaba preso, sino por la vía judicial.
Hoy, la jueza Alzira Benítez Tello le concedió el régimen abierto, basándose en una fall0 que redujo su condena ilegalmente de 20 a ocho años de prisión. Incluso, el juez que había expedido ese pronunciamiento fue destituido y es investigado por la Fiscalía.
Rasquiña deberá presentarse semanalmente a la cárcel del Rodeo, en Portoviejo.
La presidenta del Consejo de la Judicatura, María del Carmen Maldonado, no se ha pronunciado sobre este caso, en medio de graves cuestionamientos y alertas de la ministra de Gobierno, María Paula Romo, sobre las intenciones de liberar a Rasquiña, desde hace varios meses.
Este portal hizo un detenido análisis de los expedientes judiciales en torno a Zambrano, considerado por la policía el líder de la banda de “Los Choneros”, uno de los brazos operativos en Ecuador del cartel de Sinaloa
Antes de que su pedido fuera conocido por la jueza Benítez, “Rasquiña” esperaba que el juez de Latacunga, Manuel Santamaría, aceptara el pedido de su abogado de poder acogerse al régimen semiabierto, pues alegaba que ya habría cumplido el 60% de su sentencia, que purga por asesinato.
El abogado de Zambrano es Harrison Salcedo, también defensor del ex vicepresidente Jorge Glas.
La decisión judicial aún no es notificada a las autoridades de la cárcel de Latacunga, según conoció este medio.
El régimen semiabierto es un beneficio que contempla el Código Integral Penal, desde 2014. Consiste en liberar a un sentenciado bajo ciertas condiciones impuestas por el juez, como el uso de un dispositivo electrónico, presentación periódica, prohibición de salida del país, entre otras.
En 2014 “Rasquiña” fue setenciado en primera instancia a 8 años de prisión como cómplice del asesinato de Roddy Figueroa, ocurrido tres años antes en Manta. Tras la apelación del abogado de Zambrano y de la Fiscalía, el Tribunal Penal amplió la condena a 20 años, lo cual fue corroborado en última instancia por la Corte Nacional y se ejecutorió en marzo de 2018.
Sentencia contra Zambrano, así como su récord delictivo y boleta de excarcelación expedida en caso de tenencia de armas.
En mayo, el caso 09285-2018-01049 pasó a conocimiento del juez Wilson Castillo (ya fallecido), del juzgado penal de Guayaquil, para que aplique la sentencia y resuelva sobre las garantías penitenciarias, invocadas por los abogados del condenado, buscando que le rebajaran la pena.
“Considerando que el sentenciado Zambrano Jorge Luis fue detenido el 7 de septiembre del 2011, resuelvo que la pena impuesta se cumple el 18 de junio del 2032, ya que se fugó del centro carcelario durante nueve meses once días”, escribió el juez en su fallo. La decisión fue notificada a las autoridades en agosto del 2018 para su aplicación.
Cuatro meses después los abogados del condenado insistieron en que le rebajaran la pena. La petición llegó a manos del juez penal de Guayas José Tamayo, quien aceptó conocer la solicitud, pese a que ninguna autoridad le había trasladado la competencia del juicio, según los registros procesales.
Tamayo debió inhibirse de conocer ese pedido, según la ley. No obstante, en febrero de 2019 rebajó la pena a ocho años de prisión a Zambrano. Por esa decisión, el Consejo de la Judicatura le abrió un expediente disciplinario “por faltas gravísimas a su conducta como juez”.
El sumario en su contra implicó su destitución, el 4 de febrero pasado, y el inicio de la indagación 090101819076044 en la Fiscalía de Guayas, por un supuesto prevaricato, al actuar con dolo.
Documentos del expediente que establece la destitución del juez Tamayo
Con base en ese fallo, la defensa de Zambrano pidió que el juez de Latacunga, Manuel Santamaría, lo liberara. El juez requirió que las autoridades del Centro penitenciario de Cotopaxi, donde está preso, le remitieran un informe de evaluación, que fue favorable a la rebaja por buena conducta.
El informe del Departamento de Diagnóstico y Evaluación del Centro se realizó con base a la sentencia del juez Tamayo, que redujo la condena a ocho años. Pero no tomó en cuenta la resolución de Castillo, que ratificó la pena de 20 años.
La crisis desatada desde marzo por el coronavirus pospuso la resolución de los jueces. Mientras tanto, los abogados de Rasquiña habían logrado que otro juez expidiera una boleta de libertad en otro juicio por tenencia ilegal de armas.
En febrero pasado, este portal publicó un audio de una conversación telefónica que mantuvieron María Sol Larrea, excoordinadora del IESS sentenciada por enriquecimiento ilícito, y Zambrano, el año anterior, mientras ambos estaban detenidos en la cárcel de Latacunga. En el diálogo se evidencia la relación estrecha, de extrema confianza y cercanía, entre ambos. También que Larrea planificaba con Zambrano, la forma de intimidar a una guía penitenciaria y de impedir su traslado hacia otro pabellón.
Cuatro bandas libran una guerra sin cuartel
“Rasquiña” era uno de los sospechosos de generar violencia y delitos dentro y fuera de las cárceles.
Por eso, las muertes violentas en las cárceles (la última fue la matanza en Cuenca, donde fallecieron seis personas) no son eventos aislados, según informes de Rehabilitación.
Rasquiña lideraba “Los Choneros”, tras la muerte Jorge Veliz España, alias “Teniente España”, abatido en el 2007, en un enfrentamiento con otra banda, que se hacía llamar “Los Queseros”.
Desde entonces, “Los Choneros” trataron de ejercer dominio. Cuatro años más tarde, en el 2011, se los calificó como la organización delincuencial más peligrosa del país y su captura fue considerada una prioridad. En ese año fueron apresados “Rasquiña” y sus lugartenientes: Ronald Javier Macías Villamar, alias “Javi”; Manuel Cornejo, alias “Manuco”; José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”; Eder Proaño Pazmiño, alias “Narizón”; Maximiliano López, alias “Vieja Maxi” y Luis Alberto Ferrín Loor.
Todos han sido condenados por asesinato. Zambrano debía cumplir su sentencia en La Roca, un complejo penitenciario de Guayaquil. Pero en febrero del 2013, “Rasquiña” y cuatro de sus compañeros evadieron las seguridades y escaparon, con ayuda de funcionarios penitenciarios.
“Rasquiña” fue el último chonero recapturado por el bloque de búsqueda de la Policía; durante nueve meses estuvo en Colombia y fue detenido en un trabajo conjunto entre las policías de Ecuador y Colombia, gracias a las pistas que dejó su pareja sentimental. “Los Choneros” nuevamente regresaron a prisión, pero eso no ha impedido sigan mandando, dentro y fuera de las prisiones.
Los últimos años, distintas bandas han librado una guerra para controlar las cárceles y el crimen organizado en las calles. Estos enfrentamientos dejaron 32 personas privadas de libertad asesinadas, en el 2019, mientras en 2018 hubo 20 crímenes.
También hay denuncias de torturas y extorsiones en las prisiones, que cuentan con pocos guías penitenciarios y sin políticas de rehabilitación social efectivas.
La crisis del sistema de rehabilitación se evidencia en la sobrepoblación que llega a 44.000 internos, que viven en hacinamiento. El presupuesto del 2019 fue de 95 millones de dólares, siete menos que el año pasado.
“Los Cubanos” y “Los Gorras” se unieron el año pasado para retar el poder de “Rasquiña” y sus cómplices. Crearon la banda “Los Lagartos”, que opera en la Penitenciaría del Litoral, el centro más grande y, presuntamente, más seguro del país.
La disputa empezó el 30 de mayo del año pasado, con el asesinato de Ricardo Iván Mantilla Ceballos, hermano de Geovanny Mantilla, cabeza de “Los Gorras”. En represalia a esta muerte cinco presos que eran parte de “Los Choneros” fueron ejecutados en la Penitenciaría. Fueron abatidos a tiros, y sus verdugos intentaron incinerarlos, quemando colchones sobre sus cuerpos.
Años atrás, “Los Choneros” asesinaron a los cabecillas de “Los Cubanos”, los hermanos Kleber (“Metralla”) y Walter (“Caimán”), y Darwin Corozo (“Negro Jessy”). Sin embargo, su golpe más contundente ocurrió en junio del 2019, cuando asesinaron y decapitaron a William Poveda Salazar,“Cubano”.
Este crimen no aplacó la guerra, las muertes siguieron. “Los Lagartos” tienen como jefe a Geovanny Mantilla, de “Los Gorras”. Inteligencia de la Policía afirma que esta organización se dedica al narcotráfico, a través del envío de droga al exterior; al microtráfico, sicariato, robos, entre otros delitos.
Otra organización delictiva, de menor escala, es liderada por Alexander Roldán, “Junior”. Están dedicados al microtráfico en los centros; mientras que en las calles se dedican al robo, cobro de deudas, secuestro, extorsión, sicariato…
Su principal zona de influencia está entre los cantones del Triunfo y la Troncal, en Guayas.
En esa misma línea está la banda de “Pipo”, encabezada por Wilmer Chavarría, cercano a “Rasquiña”. Los informes de Inteligencia aseguran que ambos se unieron para asesinar a Henry Vera, en el 2015, en la Penitenciaría del Litoral.
Desde entonces, la gente de “Pipo” se dedica al microtráfico, extorsión, robo y sicariato. También a este grupo acude “Rasquiña” cuando necesita realizar alguna actividad ilícita en el sector que maneja esta organización.