Exembajador y empresario de China sigue en la mira de la justicia ecuatoriana

La Justicia ecuatoriana parece no estar dispuesta a permitir más evasivas del exembajador y empresario de China en Quito, Cai Runguo, involucrado en la red de sobornos alrededor de la construcción de la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair.

Redacción Código Vidrio

La conjueza Gabriela Mier resolverá –el próximo miércoles 27 de marzo- la petición de la Fiscalía General para que se dicte orden de prisión preventiva y orden de difusión roja contra Runguo, quien también fue representante legal de Sinohydro, responsable de la construcción del proyecto hidroeléctrico.

El pedido se dio luego de que el ex representante de China no cumpliese con la medida cautelar de presentarse periódicamente ante la Corte Nacional de Justicia, dictada desde marzo de 2023. De hecho, la cooperación de Rungao ha sido nula en este caso: no ha cumplido con la presentación periódica, no ha rendido versión y no se conoce con precisión sobre su paradero.

El Gobierno chino tampoco ha colaborado con las autoridades judiciales ecuatorianas en el proceso contra Rungao por su participación en la presunta red de sobornos en la que también está procesado el expresidente Lenín Moreno. Según información oficial de Fiscalía, China no ha atendido ninguna de las 10 solicitudes de asistencia penal requerida por la Justicia ecuatoriana. La Embajada de China en Quito tampoco ha dado respuesta sobre las actuaciones de su antiguo titular. Código Vidrio envió por correo electrónico un pedido de entrevista el 3 de marzo de 2024; hasta la fecha existe alguna respuesta.

El exembajador tuvo una relación amistosa con Lenin Moreno cuando ocupó la vicepresidencia de la República. Ese nexo fue clave para retomar el financiamiento del proyecto Coca Codo Sinclair. Foto archivo

En el pedido de prisión preventiva también están incluidos otros dos ciudadanos chinos que trabajaron en Sinohydro. En total 38 personas son investigadas por presuntamente haber participado en una red de sobornos que, según cálculos de Fiscalía llegó a USD 76 millones, entre 2010 y 2018.

Según los elementos de convicción del caso, Rungao supuestamente fue parte de este esquema de corrupción en su doble condición: embajador y empresario. Una de las pruebas periciales deja en evidencia que sus buenos oficios diplomáticos fueron determinantes para destrabar el financiamiento para la construcción del proyecto hidroeléctrico por parte del Eximbank, a través de su amistad con el expresidente Moreno.

Los elementos de convicción también evidencian su participación en este caso cuando era representante de Sinohydro. Fiscalía presentó un cheque a nombre de él por parte de una de las empresas con las que aparentemente funcionaba el sistema de sobornos y coimas. En total la investigación estima que recibió unos USD 40 000.

Runguo fue Embajador en Quito entre febrero de 2007 y enero de 2011. Luego se convirtió en asesor de Sinohydro y en 2013 fue nombrado como su representante legal.