Estas son las DIEZ claves para descifrar el caso GABELA

La Comisión  que investigó el asesinato del general Jorge Gabela concluyó que no se trató de un delito común. En la reconstrucción del tercer producto estableció que los autores intelectuales del crimen serían los exgenerales de la FAE, Alonso Espinosa y Rodrigo Bohórquez.  Esa conclusión habría sido parte del reporte que en 2013 entregó el perito Roberto Meza a la Comisión del correísmo, que habría manipulado y ocultado los resultados del peritaje. El expresidente Rafael Correa ha cuestionado la idoneidad de Meza y la validez de la investigación. 

Redacción Código Vidrio

Una vez que la Comisión integrada para reconstruir el tercer producto del caso terminó su trabajo el jueves, sobre las causas del asesinato del general Jorge Gabela en 2011, la Fiscalía inició esta semana su propia investigación.

Estas son las fichas claves del rompecabezas del caso Gabela.

Un general incómodo. Jorge Gabela se opuso, entre 2007 y 2008, a la compra de siete helicópteros Dhruv, fabricados por una empresa de la India. Desaconsejaba la adquisición por graves problemas técnicos. Llevó su crítica hacia el Gobierno de Rafael Correa, lo que a larga detonó su salida de la Fuerza Aérea, donde era comandante general.

Una compra a costa de todo. El 2009 se compraron las siete naves a un monto superior a 47 millones de dólares. En octubre se accidentó la primera.

La amenaza su cumplió. En febrero del 2010 se reunía en la Asamblea la Comisión de Fiscalización para conocer los detalles de la compra. El general Gabela recibió amenazas, en público. “Ya vas a ver lo que te pasa”, denunció en esa comisión que era perseguido. En diciembre de ese año, cuando su hija regresaba a su casa, fue abordada en la puerta de la urbanización. El general salió a defenderla y recibió disparos. Murió días después.

El Comité entra en escena. Corría octubre de 2012.  mediante decreto ejecutivo 1317, el gobierno de Correa creó un comité interinstitucional, frente a las denuncias de la viuda del general, en el sentido de que la muerte no fue producto de la delincuencia común. Ese comité contrató los servicios Roberto Meza, argentino radicado en Brasil, como perito.

El triple juego de los informes. El contrato establecía que el perito debía entregar: un plan de trabajo (producto uno), una descripción de los hechos con una primera conclusión (producto dos). Solamente si la tesis del delito común quedaba descartada, el perito debía realizar y entregar el producto tres, esbozando la hipótesis de los autores intelectuales del crimen.

La tesis del delito común se desbarata. En 2013, Meza entregó el tercer producto, con lo cual se confirma que logró establecer que NO fue un delito común, sino un crimen planificado. Quedó evidencia de que recibió el pago, por este informe. Al entregar la documentación dejó el país.

Correa intenta curarse en salud. En el enlace ciudadano 410, del 7 de febrero de 2015, el entonces presidente Correa insistió en la tesis del delito común. Sin embargo, no había recibido aún el informe final del comité especial que su gobierno había creado, tres años antes. Pocos meses después, la viuda del general recibió un documento como informe final de la comisión: su conclusión insistía en la tesis del delito común. Sin embargo, ella detectó que había contradicciones en el informe, quedaron fojas que hablaban del tercer producto, es decir, el que había abordado la posibilidad de un crimen planificado, relacionado con las denuncias que había hecho su esposo. El perito volvió al país y explicó que por la cláusula de confidencialidad no podía revelar el contenido final, porque, además, los documentos de respaldo le fueron incautados cuando terminó su trabajo.

La pesadilla del crimen de Estado. Una comisión legislativa especial, independiente, concluyó en 2018 que hubo un probable crimen de Estado. Detectó que luego del crimen, hubo una intención deliberada de encubrir los hechos. Los documentos que elaboró el perito fueron forjados y alterados.

La Corte abre la caja de Pandora. Un dictamen de la Corte Constitucional, de este año, obligó al Estado a reconstruir el tercer producto, para lo cual el perito fue nuevamente contratado.

Los vaticinios de Gabela se cumplieron. Cuatro de las siete aeronaves cayeron, en 2009, 2014 y 2015. Las principales causas se deberían a fallas de los equipos y eventualmente a fallas humanas.