Por: Arturo Torres y María Belén Arroyo
¿Solo se comunican por telepatía? Con diferencia de horas, desde Bélgica y Guayaquil, el expresidente Rafael Correa y Ricardo Rivera, tío del exvicepresidente Jorge Glas, coincidieron. Niegan la existencia de una llamada telefónica el domingo 9 de julio del 2017. En esa conversación, Correa habría ofrecido proteger al tío de Glas, ya por entonces encausado por el caso Odebrecht. Cumplía arresto domiciliario.
Quien esos días era abogada de Rivera, la jurista Ivonne Núñez, aseguró a Código Vidrio que ella atestiguó la llamada de Correa. Según su relato –grabado- el tío de Glas activó el altavoz de su celular para que ella escuchara el diálogo.
Hasta ese momento, con su cliente habían definido la estrategia para la audiencia que se realizaría en Quito 72 horas más tarde. La defensa pediría el cambio de medida cautelar (arresto domiciliario), pues el hoy sentenciado es mayor de 65 años y enfrenta algunos problemas de salud.
La llamada, según Núñez, derrumbó su estrategia de defensa. El acusado, creyendo en la promesa del expresidente, decidió acogerse al derecho al silencio. Hasta entonces, ella le recomendaba buscar un acuerdo de colaboración eficaz y contar su participación en el caso. “No te preocupes que todo va a salir bien. Todo está bajo control”, escuchó la abogada decir a Correa, quien al día siguiente viajaría a Bélgica.
Ella asegura que le explicó a su defendido que era un mensaje de despedida del expresidente y que no debía tomarlo al pie de la letra.
Pero Rivera cambió de actitud, tras lo cual Núñez desistió de continuar con su defensa. Previamente, la abogada logró que se levantara la reserva del juicio por asociación ilícita, relacionada con el caso Odebtrecht. Esta causa se mantenía en secreto por pedido de la Fiscalía.
Este portal publicó la nota el miércoles 14 de marzo. Dos días después, en su cuenta en Twitter Correa negó la conversación y dijo que se trataba de una «infamia» y «calumnia por periodistas sin escrúpulos”. Horas más tarde, en redes sociales militantes correístas difundieron una carta escrita a mano, atribuida a Ricardo Rivera. En esa misiva, niega haber mantenido la conversación telefónica y en la misma línea de Correa ataca a la prensa y habla de la necesidad de regular las redes sociales, a través de la ley de Comunicación.
Durante varias semanas, este portal pidió la versión de Rivera, a través de su abogado y de las autoridades del Ministerio de Justicia. En esa cartera de Estado dijeron que al tratarse de una persona privada de su libertad no estaba en condiciones de dar declaraciones a la prensa. El abogado Aníbal Quinde recibió en febrero un cuestionario con diez preguntas dirigidas a su defendido Rivera. No las respondió.
Ante el silencio, en marzo insistimos en preguntar específicamente sobre la llamada de Correa, para tener la versión de la actual defensa de Rivera. Tampoco contestó. En reiteradas ocasiones el expresidente se ha referido al caso Odebrecht como una trama de persecución política, armada para despojar de la Vicepresidencia a Jorge Glas.
Lejos de ser esclarecidas, hay más dudas sobre los alcances de la llamada. El periodista Andersson Boscán, de La Posta, escribió en su cuenta en Twitter que cuando entrevistó a Ricardo Rivera, este negó la llamada de Correa. En el video se lo observa desconcertado y dubitativo. Otro dato: más personas habrían atestiguado esa conversación.