Coronel Ramírez denunció violación de cadete semanas atrás

La violación de una cadete en abril pasado, en la Escuela de Policía, fue denunciada por su madre en la Fiscalía, un mes después. La Directora del centro, coronel Irany Ramírez, confirmó a Código Vidrio que conoció el caso a pocos días de asumir el cargo, el 20 de septiembre, tras la crisis por el femicidio de María Belén Bernal. Ramírez recopiló información y envió un informe inmediatamente al mando policial. Se desconoce las acciones que hizo su antecesor, el coronel Francisco Zumárraga. Al mando de las reformas en la Escuela están cinco oficiales mujeres.

Por Ana María Carvajal

Terminaba abril del 2022. Una de las cadetes de la institución realizaba su guardia en un lugar alejado en la Escuela Superior de Policía, en Pusuquí, al norte de Quito. Era la madrugada. Entonces un desconocido se le acercó por la espalda, le manoseó con violencia y le tomó bruscamente las manos, inmovilizándola. Luego la violó en medio de insultos y amenazas. El relato lo hizo la madre de la víctima un mes después, el 27 de mayo, ante un funcionario de la Fiscalía Especializada de Violencia de Género.

La identidad del agresor no consta en la denuncia, a la que accedió este medio, que la madre de la joven hizo al día siguiente de haber conversado con ella. Según el documento, el presunto violador se ocultó el rostro: usaba “uniforme de fatiga B4, pero sin ningún parche en la chompa tres cuartos. Muy bien cubierto con un buf (una prenda circular cerrada para cubrir el cuello, cabeza o rostro) que le tapaba la cara y la gorra de la institución”.

Según la denuncia, el abusador le dijo a la chica, entre risas: “Recluta, antes no me hacías caso, ahora me vas a hacer caso”. Luego la violó y huyó. Según su madre, la joven no contó el hecho antes “por vergüenza y por temor a que le den la baja”.

Por el tipo de delito, la denuncia es reservada en la Fiscalía. Sin embargo, la coronel Irany Ramírez Ruiz, directora de la Escuela, confirmó a Código Vidrio este martes 18 de octubre, en una entrevista realizada en la Escuela de Policía, que el caso está en investigación.

La madre de la cadete presentó la denuncia en la Fiscalía en mayo, un mes después de la supuesta violación.

Ramírez está a cargo de la única Escuela de formación de oficiales de Policía desde el 20 de septiembre pasado. Pocos días después de su posesión, conoció sobre el caso y siguió el proceso regular de investigación interna, recopilando testimonios y documentos.

Ramírez dijo que tras acopiar toda la información disponible sobre lo ocurrido la remitió inmediatamente al alto mando de la Policía “para que se tomen todas las acciones correspondientes. Sobre el caso, hay que proteger la identidad de la persona para evitar su revictimización”, recalcó Ramírez.

Se desconoce las acciones que hizo su antecesor, el coronel Francisco Zumárraga.

Fuentes del mando policial informaron que el caso aún no ha llegado ni ha sido conocido por el departamento de Asuntos Internos, encargado de investigar las faltas del personal.

La madre prefirió no pronunciarse

Este medio también contactó a la madre de la cadete la semana anterior, pero dijo que no podía pronunciarse, pues en su familia decidieron mantener en privado el caso y manejarlo internamente con la Escuela de Policía. Sin embargo, el abogado Christopher Castro le dijo a Teleamazonas ayer martes que la joven fue suspendida y que en la Escuela no la toman en cuenta.

Agregó que la joven prefirió no seguir con el proceso porque le habrían dicho que entre “miles” de personas que están en la institución, es difícil saber quién la agredió. Además, aseguró que el atacante no sería un cadete, sino un policía.

Por su parte, la institución le brindó apoyo a la víctima. “Lo seguiremos haciendo hasta que ella esté bien, se recupere y pueda seguir con su vida normal. Hemos conversado con la madre. Cuando tuve conocimiento del caso di parte a mi inmediato superior y hemos seguido haciendo un acompañamiento, que es lo que se debe hacer”, dijo Ramírez.

Además, confirmó que tal como reza la denuncia, la cadete no ha podido identificar quién la violó, por lo cual no se ha podido tomar acciones disciplinarias.

Aunque ocurrió cerca de cinco meses antes del femicidio de la abogada María Belén Bernal dentro de la Escuela de Policía, este caso se conoció en los últimos días y  es una muestra más de que la institución requiere de cambios.

La coronel Irany Sánchez está al frente de la Escuela de la Policía hace un mes. Asumió el cargo el 20 de septiembre, tras la crisis desatada por el femicidio de María Belén Bernal.

Para Silvia Buendía, abogada y defensora de DD.HH., estos casos evidencian que la Policía es una institución de naturaleza “especialmente machista y misógina, que hace unos años era un lugar solo de hombres que debían tener cierta características y perfil, que no acepta ni siquiera masculinidades diferentes y en donde se evidencia un espíritu de cuerpo patriarcal”.

De hecho, la Policía abrió el ingreso de mujeres a sus escuelas de formación en 1983. Pero aún es poco pues, según Buendía, “las mujeres tenemos que pagar una especie de derecho de piso para demostrar que podemos ser eficientes y podemos estar al altura. Esto pasa por recibir violencia y sufrirla en silencio”.

Mujeres toman el timón de la Escuela

Desde el 19 de septiembre, cuando el comandante de Policía Fausto Salinas designó a nuevo personal al mando de la Escuela Superior, se anunció que se harían los cambios necesarios. Eso a raíz de todas las irregularidades que antecedieron al crimen de María Belén Bernal, a manos de su esposo, el entonces teniente e instructor de la entidad educativa, Germán Cáceres.

Tanto en abril, cuando ocurrió la violación de la cadete, como el 11 de septiembre, cuando Cáceres llegó ebrio y autorizó el ingreso de una cadete a su habitación y luego de su esposa, la Escuela estaba a cargo del coronel Francisco Zumárraga Aguinaga. Lo reemplazó la coronel Irany Ramírez, quien no es la primera mujer a la cabeza de ese centro de formación.

En 2015, por ejemplo, la entonces coronel Cristina Tamayo estuvo al mando. Y en 2017, Ramírez fue jefa de Instrucción. Ahora está acompañada de más mujeres: la coronel Doris Viteri, subdirectora; teniente coronel Catalina Haro, jefe de Formación Académica; teniente coronel Verónica Arcos, jefe de Instrucción y mayor Fernanda Feijóo, a cargo del pelotón femenino.

Pero Ramírez aclara que estas oficiales no están ahí por su género sino por sus méritos, su antigüedad y su experiencia. Agrega que tanto ellas como todos los miembros de la institución están conscientes de la gravedad de los hechos, por lo que a cinco semanas del femicidio de Bernal y a cuatro semanas de su posesión, se están tomando medidas para mejorar la formación policial y corregir errores.

Una de las primeras acciones fue incorporar a la orden del cuerpo (un documento que se lee a diario, en el que se notifica las personas que están en servicio) la disposición de que se explique oralmente o por escrito que se haga cualquier tipo de denuncia o que se informe si se tiene conocimiento de algún delito o acoso o agresión sexual que atente contra la integridad física o psicológica de mujeres u hombres. “No solo debemos enfocarnos en mujeres porque puede ocurrirle a un hombre. Tengo una escuela mixta, donde debo velar por el derecho de todos. Hay que brindar la confianza para que la persona que se sienta agredida pueda denunciar”.

239 cadetes de la Escuela son mujeres. En ellas se ha enfocado la primera fase de una intervención en crisis para darles soporte psicológico y emocional.

Apoyo psicológico y emocional a las cadetes 

La Escuela Superior de Policía tiene 966 cadetes, de los cuales 239 son mujeres. Según Ramírez, en ellas se ha enfocado la primera fase de una intervención en crisis que se hace a partir del crimen del 11 de septiembre y de las investigaciones que continúan su curso. Una psicóloga clínica ha conversado con las jóvenes para saber el impacto que estos hechos han causado en la Escuela y para trabajar en el manejo de la inteligencia emocional de las aspirantes. En las siguientes fases se harán procesos similares con los hombres. Se está ayudando a los futuros técnicos directivos -como se denomina a los oficiales- a aprender a lidiar con situaciones violentas como las que han ocurrido últimamente. “Les gritan cosas como asesinos” y eso causa afectaciones psicológicas en todos, pero especialmente en quienes están en formación.

“Esta situación nos ha obligado a repensar lo que está pasando. Por eso hemos fortalecido los reglamentos, hemos tomado el control de la disciplina en la Escuela. Los controles siempre han existido pero si, como fue el caso, una persona incumple esas reglas, debe ser sancionada”, dice Ramírez.

Para ingresar a la Escuela, cada persona debe identificarse, esperar a que el personal de guardia (que incluye cadetes, personal de tropa y un oficial) verifique al lugar al que ingresará, registre sus datos. Solo así se les permite pasar, cuando llegan en vehículo luego hay una revisión prolija. Todos esos procedimientos fallaron la madrugada en que Bernal ingresó a visitar a su esposo.

Mientras Ramírez recorre la institución, en compañía de la reportera de este medio, el personal se cuadra ante ella y quienes están de guardia (un grupo de entre 80 y 100 uniformados para las distintas áreas y garitas) le reportan la situación del área a su cargo. Para ella es importante generar confianza y que los jóvenes entiendan que el lema de la institución, valor, disciplina y lealtad. Se debe aplicar entendiendo que el valor no solo se aplica para enfrentar el peligro sino para decir la verdad, que la disciplina no significa acatar órdenes sin conciencia y que la lealtad se aplica según los valores de cada persona, que se moldean en su formación.

Parte de este proceso de cambio es buscar apoyo externo. Por ejemplo, la semana pasada se dictaron charlas sobre derechos humanos y violencia de género. Fue un trabajo con el Ministerio del Interior, “porque es bueno que tengamos aquí la mirada externa. Necesitamos saber cómo nos ven, porque eso nos hace notar en qué podemos mejorar y cambiar”.

El lunes 17 de octubre, Ramírez y otros directivos de distintas áreas de la Policía asistieron a una reunión en Cancillería para conversar con representantes de PNUD, ONU Mujeres y otras organizaciones que ofrecieron ayuda y capacitación “para reformular, repensar los procedimientos disciplinarios y de régimen interno que la Escuela tenía. “Estamos fortaleciendo mallas curriculares en temas de derechos humanos y violencia de género. Son temas que ya se habían tocado pero debemos revisar para saber en qué estamos fallando”, destacó la oficial.

2 comentarios en «Coronel Ramírez denunció violación de cadete semanas atrás»

  1. Valioso el reportaje, pero todo los cambios que refieren estar realizando son cambios estéticos los cambios deben ser de fondo. La formación debe estar regida bajo las normas de una universidad, actualmente hay un convenio con la Universidad Central del Ecuador, pero ese convenio es estético, solo plasmado en papeles, ningún docente de esa universidad dicta cátedra.

  2. Felicitaciones a la Señora nueva Directora.
    Es una enorme pena lo ocurrido en esta noble institución pero esa no es razón para generalizar a todos los servicios policiales. Desgraciadamente un desadaptado con su actuar asesino ha puesto en tela de duda a la Policía nacional. Es verdad que existen protocolos y códigos que deben seguirse para ingresar a estas instalaciones sino que fueron omitidas por el abuso de poder unos cuantos, entre ellos el asesino, y también por la omisión y falta de control de otros.
    Conozco personas honorables, entre oficiales y subalternos, que visten y honran orgullosamente este uniforme por lo tanto rechazo categóricamente las ofensas que se vierten por parte de gente inconsecuente sin hacer un análisis veraz e imparcial.
    Así mismo, desde mi posición de ciudadano hago extensivo mi apoyo incondicional a todos aquellos policías que sirven al país cumpliendo la misión para lo cual fueron entrenados.

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