La Contraloría confirmó en un examen especial que la contratación del Proyecto Eólico Minas de Huascachaca, en Loja, estuvo plagado de irregularidades en todas sus etapas: desde la fase precontractual y contractual, adjudicada por Elecaustro a la empresa china Dongfang Electric International, hasta la ejecución de las obras, a cargo de Dongfang Ecuador, una firma sin ninguna experiencia, creada a saltos y a brincos, poco antes de ganar el contrato.
Redacción Código Vidrio
En un informe de 137 páginas, publicado el 13 de julio pasado, la Contraloría auditó el período comprendido entre el 1 de enero de 2019 y el 24 de octubre de 2022 del proyecto, que ha implicado el desembolso de 67.9 millones de dólares, aunque las obras aún no se han entregado oficialmente. Y está pendiente la ejecución de la última etapa, que todavía no está financiada.
Desde el año pasado, Código Vidrio ha investigado las anomalías del proceso. En la reportería se estableció que se atropellaron procedimientos y normativas de contratación en las etapas precontractual, contractual y de ejecución. Electroaustro contrató, para la segunda etapa del proyecto, a la empresa Dongfang Ecuador a dedo, bajo régimen especial, sin una justificación legal sólida. Así se perjudicó a empresas nacionales que podían realizar el transporte, instalación y mantenimiento de los equipos en el país.
En su examen, la Contraloría confirma lo denunciado por este medio y otras entidades públicas y privadas. Y de manera pormenorizada repasa una cadena de anomalías desde la etapa precontractual, que arrancó en el 2019. El gerente de Elecaustro, Antonio Borrero, no dispuso que se publicara en medios internacionales la invitación para presentar ofertas para buscar más propuestas, competitividad y mejores precios. Eso implicó que se limite drásticamente la participación de oferentes. Tampoco se cumplió la etapa de preguntas y respuestas, incumpliendo el cronograma y los pliegos.
Desde que arrancó el proyecto, las denuncias de que el proceso era apresurado y turbio fueron sistemáticas, pero nunca fueron escuchadas ni procesadas por Elecaustro. Por este caso hay denuncias presentadas en la Fiscalía, tanto en Guayaquil como en Quito, a partir del 2021. Varios delitos se investigan, desde peculado y sobreprecios hasta tráfico de influencias.
También se ha denunciado en la Fiscalía supuestos delitos en la internación temporal de la grúa para montar los equipos que llegó a Puerto Bolívar y fue desaduanizada, aunque no cumplía requisitos legales. Además su precio habría sido declarado con montos inferiores, sin sustento ni referencias acordes al mercado, para evitar el pago de tributos.
Contrato no debía dividirse
Una de las principales irregularidades y violaciones establecidas en la auditoría del ente de control se refiere a la división injustificada del proceso en dos contratos: uno para la compra de los autogeneradores y su tranporte al Ecuador y otro para los servicios conexos, que incluyeron el transporte, montaje, operación y mantenimiento de los equipos en el sitio del proyecto. Para esto se contrató a dos empresas: Dongfang International y Dongfang Ecuador, que no es subsidiaria de la primera.
Los pliegos elaborados por la Comisión Técnica y aprobados por el GerenteBorrero presentaron deficiencias. Por una parte facultaron separar los serviciosconexos de la contratación, para lo cual, de forma posterior, se recurrió a un nuevoprocedimiento mediante régimen especial. Por otra, no se pudo especificar el númerode unidades de aerogeneradores de las ofertas, lo cual se incluyo posteriormente en otros documentos .
En la evaluación de ofertas, la Comisión Técnica no observó que la propuesta que posteriormente fue adjudicada a la empresa Dongfang Electric Ecuador, no expresó si los servicios conexos serían prestados por el mismo oferente (la empresa china) o por un tercero autorizado, provocando su habilitación sin cumplir los requisitos que se exigían en los pliegos. Es decir que se adjudique el contrato y se adquieran los bienes, sin generar compromisos respecto del valor y condiciones para la prestación de los mencionados servicios conexos (transporte de los generadores y torres desde el puerto de Bolívar hasta Loja, instalación y mantenimiento). Esto pese a que la oferta adjudicada establecía un precio para su prestación, que fue uno de los parámetros de evaluación que la ubicaron en el primer lugar del orden de prelación.
Elecaustro asume trabajos de la contratista
Los pliegos del proceso determinaron como obligación del contratista el suministro y puesta en marcha de torres meteorológicas para el monitoreo y operación del parque eólico, que selimitó a una sola torre. Sin embargo, el gerente Borrero suscribió un Memorándum de Entendimiento, que no estaba previsto en la etapa contractual, con el Director dela Unidad de Supervisión de Proyectos y el Representante de la contratista. Pero antes de suscribir el contrato, el documento modificó esta exigencia, delegando la responsabilidad del suministro, instalación y puesta en marcha de la torre a Elecaustro, aunque era una responsabilidad de la contratista.
Hasta el corte del período examinado, la entidad no gestionó la instalación de la torre para el monitoreo y operación del parque eólico.
Además , Elecaustro aceptó como válido un modelo de aerogenerador cuya característica de turbulencia era inferior a la mínima exigida en los pliegos, lo cual fue ratificado a través de un «Memorándum de Entendimiento» suscrito posteriormente, que recomendó la adjudicación a una contratista que -según Contraloría- debía ser rechazada, por incumplir los requisitos y especificaciones técnicas de los pliegos. Eso implicó que en la ejecución del contrato deban cambiar, sobre la marcha, el modelo y la cantidad de los aerogeneradores por otros apegados a las necesidades del proyecto. Así se afectó el trato igualitario a todos los oferentes.
La fiscalización también evaluó la idoneidad de los aerogeneradores contratados, en relación al sitio del proyecto. Observó que no se adecuaban a la intensidad de la turbulencia, por lo cual el contratista presentó una nueva propuesta con un modelo distinto de aerogeneradores con mayor potencia individual reduciendo la cantidad de 16a 14 unidades. Eso estaba prohibido por el contrato y también se intentó corregir durante la aplicación del contrato con una Adenda Modificatoria, firmada por Borrero.
Contratista improvisada sin experiencia
El examen de Contraloría concluye que en la segunda etapa de la contratación, en los servicios conexos, para el manejo de los equipos en a su llegada al puerto, trasporte terrestre al sitio del proyecto, montaje e intalación, puesta en marcha y mantenimiento, no se contrató a una empresa solvente. La ganadora, sin concurso, fue Dongfang Ecuador, que no tenía relación alguna con la empresa china. Además se estableció un presupuesto superior al establecido y no se aplicaron correctamente los requisitos de experiencia técnica, tiempo de existencia legal, y patrimonio sobre la oferta presentada. Así se provocó que se contemple en el objeto de la contratación servicios para los cuales el oferente invitado no constituía proveedor único, ni tenía la habilitación para prestarlos. Tampoco era filial del proveedor de los aerogeneradores. Se le entregó el contrato, a pesar de que incurría en causales de rechazo, por no cumplir los requisitos mínimos de experiencia específica, tiempo de existencia legal y patrimonio. Además se contrataron los servicios conexos por un valor superior al correspondiente por modelo y cantidad de aerogeneradores. Esto comprometió 1,2 millones de dólares para favorecer a Dongfang Ecuador, en perjuicio del Estado.
Subcontratación arbitraria sin autorización
El deficiente control en el proyecto permitió que el contratista, de forma reiterada, suscribiera contratos con terceros, sin autorización, sin demostrar la capacidad y habilitación de los subcontratistas para prestar estos servicios, por montos superiores al límite permitido. Eso también implicó que parte de los equipos fueron transportados en vehículos alquilados, sin que Dongfang cuente con permisos de operación como transportista de carga pesada. en este caso debió aplicar multas por 34 mil dólares. No lo hizo.
Las pólizas, una ficción
Así mismo, la auditoría dirigida por Juan Fernando González, detectó que el transporte y montaje de los equipos no tuvo una cobertura de pólizas de seguro.
El deficiente control sobre la pertinencia de pólizas de seguro, así como la de responsabilidad civil, por daños a terceros, abrió las puertas para que la contratista responsable de los servicios conexos no adquiera esas coberturas por su cuenta como mandaba el Contrato. Electruastro aceptó pólizas contratadas en el exterior por la empresa china proveedora de los aerogeneradores para cubrir todo riesgo y responsabilidad civil de montaje y para el transporte de los bienes. “Así incumplió sus obligaciones contractuales sin ser observado oportunamente por la administración y/o fiscalización del contrato”. Si ocurría algún siniestro ninguna empresa respondía económicamente en el país.
Es algo repugnante…