ENTREVISTA. Galo Robalino es el nuevo director del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES), ex Senain. Asumió el cargo el 31 de agosto pasado, tras una fugaz transición que encabezó el ministro de Defensa, Fernando Donoso, y duró menos de dos meses. Al día siguiente de su posesión, el jefe de los sistemas de Inteligencia nos recibió en su despacho, en la sede del Centro, en Lumbisí, 40 minutos al oriente de Quito. En este diálogo, Robalino asegura que la Inteligencia ya no emplea para espiar ni hostigar opositores y periodistas, que fue una práctica recurrente en el gobierno de Rafael Correa. Hoy se orienta a la elaboración de productos y alertas que llegan directamente al Presidente. Otro anuncio importante es la elaboración de la Ley de Inteligencia, que será presentada para su aprobación en la Asamblea, dentro de un mes.
Por Arturo Torres
¿Qué pasó en el período en el que usted fue subdirector del CIES, durante el proceso de reorganización, que inicialmente se le encargó al Ministro de Defensa. En qué han estado trabajando estos dos meses?
– Definimos que el objetivo central era que el CIES básicamente debía enfocarse en que la información sobre amenazas debía llegar a la Presidencia de una forma sólida, oportuna y en tiempo real, sin sesgos ni un matiz político, sin ningún direccionamiento. Así el presidente y su gabinete pueden tomar las mejores decisiones. Es fundamental que no se piense solo en el gobierno, sino en el Estado, en el país, queremos enfocarnos en lo estratégico.
Precisamente eso es lo que ocurrió en la Senain, que se creó para ser usada en función de los intereses del correísmo, como una maquinaria para hostigar, perseguir y espiar opositores y periodistas. ¿Cómo puede usted garantizar que el Centro no vuelva a orientarse hacia ese tipo de prácticas ilegales?
– Bueno, el presidente ha sido muy claro. Lo dijo el día martes en el salón amarillo, durante mi posesión como director, que el CIES va a marcar la diferencia con el antiguo Senain, que la inteligencia se orientará hacia el bienestar del Estado, sin lineamientos políticos. Se acabó la era del espionaje político a opositores y periodistas.
¿Descarta entonces un sesgo en las operaciones y un cambio del enfoque del nivel operativo al estratégico?
– Totalmente, yo soy una persona muy apegada a la democracia, a la ley, en consecuencia con la posición del presidente Guillermo Lasso. Estamos con los mismos lineamientos y parámetros.
¿Cuál es su experiencia y formación, por qué aceptó ponerse al frente de los sistemas de inteligencia?
– Yo he sido empresario en muchos aspectos, pero hoy pienso que el país necesita de quienes estemos dispuestos a sacrificar un poco de tiempo y dedicárselo al país. Uno como empresario normalmente ve esta situación de lejos; por eso, en gran medida, es que ha pasado lo que ha pasado en los años anteriores. Viene gente, a lo mejor con otros fines, con incompetencia.
¿Desde el CIES, cuáles van a ser los enfoques ahora que usted ha tenido acceso a información y entiende mejor su lógica. En qué han estado trabajando a nivel organizacional?
– Hemos trabajado muy de cerca con los subsistemas. Específicamente con la Dirección General de Inteligencia de la Policía (DGI), y la inteligencia de las Fuerzas Armadas, el G2, así como el SRI, la UAFE, las Aduanas, entre otras entidades. Procesamos todos estos resultados de búsqueda específica de información y presentamos un solo producto. Este reporte es la parte final que llega a la Presidencia, en temas vitales.
¿Qué tipo de productos le han hecho llegar al presidente?
– Sobre distintas amenazas contra la seguridad del estado, en tiempo real.
¿Por qué enfatiza usted en tiempo real?
– La información de Inteligencia debe ser oportuna. El mejor ejemplo para graficarlo es lo que ocurrió durante el paro indígena de octubre de 2019. El Gobierno no tuvo información oportuna, nunca vio venir la crisis que se venía, para poder enfrentarla a tiempo, buscando soluciones antes de que escale el problema.
¿O sea, la anticipación es fundamental?
– Es importante saber lo que puede pasar, dar escenarios, evitar que pasemos a la etapa de apagar incendios.
¿Ahora quieren enfocarse en prevenir los incendios?
-Claro, nuestro trabajo es ayudar a prevenir los incendios, saber dónde van a ocurrir, por qué, motivar decisiones ágiles para que esos incendios no ocurran.
“La información de Inteligencia debe ser oportuna. El mejor ejemplo para graficarlo es lo que ocurrió durante el paro indígena de octubre de 2019. El Gobierno no tuvo información oportuna, nunca vio venir la crisis que se venía”.
Pero el trabajo del CIES no solo tiene que ver con la elaboración de informes y alertas oportunas. También debe asegurar conexiones fluidas y coordinación entre los subsistemas, que han mantenido rivalidades por mucho tiempo. ¿Existe el mecanismo para que las autoridades tomen rápidamente decisiones, con cooperación efectiva de los subsistemas de Policía y FF.AA.?
– El CIES es una secretaría adscrita a la Presidencia. Por lo tanto, estamos siempre en total comunicación con el Presidente, los subsistemas se articulan plenamente a ese objetivo.
¿Usted tiene línea directa con el Presidente?
– Totalmente. tengo la confianza del Presidente, por eso estoy aquí.
¿Cuáles han identificado ustedes como las principales amenazas para la seguridad del Estado?
– El narcotráfico, la delincuencia, la corrupción, la minería irregular. Tenemos problemas en fronteras, en pasos clandestinos.
¿Y para enfrentar esas amenazas cómo opera el CIES?
– Tenemos analistas que reciben informes que pedimos a los subsistemas. Ellos procesan la información y con la supervisión y direccionamiento apropiado se elaboran los productos. Pero, por ejemplo, si tenemos que pedir algo a la DGI, si es información delicada, debe actuar en coordinación con la Fiscalía y con la autorización de un juez de ser el caso. Nosotros arbitrariamente no hacemos ninguna operación, que está a cargo de los subsistemas.
Precisamente, la Senain hacía esas operaciones al margen de la ley, escuchas telefónicas, seguimientos…
– Totalmente. Hoy en día las escuchas o alguna intervención siempre deben ser aprobadas por Fiscalía y un juez.
¿Cuán importante es que un civil esté al frente para acercar a la Policía y FF.AA?
– Siempre el civil es el equilibrio, ese es el es patrón en un sistema democrático. Hoy en día tenemos la mejor de las relaciones con las Fuerzas Armadas. Es más, el ministro de Defensa, un exoficial de la Armada, estuvo a cargo de la transición e hizo un buen papel. La relación con el mando de la Policía es excelente, así como con el Ministerio de Gobierno.
“Nosotros tenemos analistas que reciben informes que pedimos a los subsistemas. Ellos procesan la información y con la supervisión y direccionamiento apropiado se elaboran los productos de inteligencia”.
¿Entonces, los subsistemas policial y militar ya están trabajando de manera coordinada y cooperan con toda la información que requieren?
– Estamos trabajando de manera coordinada, y además tenemos mucho apoyo internacional. Usted sabe que la inteligencia no es solamente de un país, es mundial, y necesitamos la colaboración de muchas partes.
¿Cómo se puede lograr, se han firmado acuerdos de cooperación con otros países para fortalecer el intercambio de información?
– Sí. Estamos trabajando coordinadamente, es importante no cerrarse a la ayuda que podamos recibir de gobiernos como Colombia, Estados Unidos…
¿En el tema de la cooperación internacional, qué más implica?
– Además del intercambio de información, el tema de la capacitación es muy bueno.
Otro aspecto pendiente, absolutamente importante, es el de la Ley de Inteligencia. ¿Han avanzado ustedes con ese proyecto, cuándo lo presentarán?
– Estamos trabajando mucho en eso, con ayuda de los subsistemas. Pensamos que unas pocas semanas lo tendremos listo, estamos puliendo ciertos detalles. Yo pienso y aspiro que en máximo unos 30 días estamos listos con eso.
¿Con el proyecto de ley?
– Sí, con el proyecto de la ley de Inteligencia.
¿Y cuál es el trámite que sigue? Una vez que ustedes terminen…
– Presentarlo a la Asamblea, cuando tengamos toda la retroalimentación del resto de subsistemas. Ya está bastante socializado.
Era un vacío, no había ley de Inteligencia
– No tenemos ley de Inteligencia, todos los países la tienen.
¿Qué es lo que están proponiendo en ese proyecto legal?
– El CIES es una secretaría adscrita a la presidencia. No solo es importante cambiar el nombre. Es relevante, por ejemplo, agregar ciertas cosas por ciberseguridad. Tuvimos problemas hace un mes y medio en CNT. Necesitamos empoderarnos del tema para apoyar con ciberseguridad en el sector público, crear protocolos en los ministerios, e incluso apoyar a compañías privadas para que no se repitan los hackeos reportados en varias entidades públicas y privadas. El CIES será el órgano rector sobre este tema.
¿Harán recomendaciones para que todas las empresas del Estado puedan estar preparadas frente a un ataque de este nivel?
– Sí, también para las empresas privadas.
¿El proyecto de ley tiene algún referente especial, algún país, como legislación?
– Cada país tiene una realidad distinta. Somos un país muy diverso. Es una ley de Inteligencia adaptada a nuestro país, por eso es importante la socialización, vamos por buen camino.
¿Esta socialización incluye no solamente a gente especializada, o de la sociedad civil también?
– Es gente especializada, gente del Gobierno y de la Asamblea, que es fundamental.
¿Qué posibilidad hay de que la aprueben, CREO no tiene mayoría legislativa?
– Yo pienso que por el bien del país, debería ser aprobada.
Cuando usted llegó al CIES, ¿cuáles fueron los principales problemas que encontró?
– Encontré una institución debilitada, que requiere volverse firme, reforzarse para el servicio de todo el estado. Reinstitucionalizarse.
“Nosotros no venimos a repetir las prácticas irregulares del pasado, no venimos a malgastar el dinero, ni emplearlo para nuestro beneficio, mucho menos los gastos especiales”.
Otra preocupación es el uso de gastos especiales, pues hubo abusos, desvío de millones de dólares para beneficios particulares de exfuncionarios del correísmo. Por el hecho de ser reservados, no están expuestos a una rendición de cuentas. ¿Cómo piensa generar confianza para que la gente sepa que esos fondos no se emplearán discrecionalmente?
– El presidente Lasso ha demostrado ser una persona correcta, que cumple lo que ofrece. Quienes lo apoyamos estamos convencidos de sus propuestas. No venimos a repetir las prácticas irregulares del pasado, a malgastar el dinero, ni emplearlo para nuestro beneficio, mucho menos los gastos especiales. Durante mi posesión, Guillermo, quien es un amigo personal, nos pidió no despilfarrar, gastar solamente en lo necesario.
¿El uso de gastos especiales va a ser manejado en función de los operativos que se requieran, desde los subsistemas?
– Absolutamente, para lo que el Gobierno, el Estado, necesiten para su normal funcionamiento
Se gastaron más de 300 millones de dólares en gastos especiales durante el correísmo, y buena parte de esto fue para pagos ajenos a operaciones de Inteligencia.
– Es una locura. Venimos de la parte privada, el privado es muy austero en sus gastos. De la misma forma nos manejaremos acá. Solamente en invertir, no digo gastar, digo invertir en lo necesario, en lo que el país necesita, ni un centavo más.
¿Cómo es un día normal de un director de Inteligencia?
– Empezamos acá a las 8 de la mañana, pero la información ya llega desde las 7:30 desde los subsistemas. Esa información debo priorizarla, escoger lo realmente importante parea informarle de ser el caso inmediatamente al Presidente, a la Ministra de Gobierno, el Secretario de la Administración Pública.
¿Entonces a usted le van llegando alertas desde temprano sobre temas cruciales?
– Así es. Yo las valoro, veo lo que es importante y lo remito al Presidente. Estoy en alerta hasta las 9 o 10 de la noche, los siete días de la semana.
¿Sobre el esquema de organización, a mediano plazo, cuáles son las mayores amenazas para el Gobierno?
– El siguiente reto del gobierno, tras cumplir en el tema de la vacunación, es la economía. Luego, en orden de prioridades, está la seguridad, toca controlar el tema del narcotráfico, que es gravísimo.
Respecto al narcotráfico, se cree que es un problema exclusivo de la Policía, pero es más complejo, atañe a distintas entidades como FF.AA. en frontera, a la Agencia de Regulación y Control, para controlar el contrabando de combustibles, la Marina, en el mar… ¿La información que generan también llegará a estas entidades para que puedan trabajar juntas, que cooperen eficazmente para enfrentar esta amenaza de manera transversal?
– Correcto, en este momento las Fuerzas Armadas están trabajando muy bien. Usted vio la decisión del Presidente para colocar el radar en Montecristi. Es un trabajo mancomunado, hay que controlar los combustibles, eso ya se viene, está en la mira.
¿Está identificado el tema de los combustibles?
– Totalmente, por eso mismo es que el subsidio de los combustibles no baja. Porque va normalmente a estas situaciones de narcotráfico. El Presidente está clarísimo, tiene esos pasos. Y nosotros vamos a contribuir con la información exacta de dónde está el origen de los problemas y esto va a ser en no más de 30 días. Estamos avanzando. En no más de 30 días definiremos dónde hay que apretar las tuercas.